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Cristina condenó “extorsión” de policías contra la sociedad

Cristina de Kirchner ayer en Casa de Gobierno en donde dio un duro discurso sobre la crisis por motines y saqueos. Asistieron funcionarios y los expresidentes Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá.
Afirmó que, al igual que se hizo con las Fuerzas Armadas, "ahora hay que lograr la reinserción de las fuerzas policiales provinciales en el sistema democrático", y llamó a "condenar la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defenderla y no para atacarla y mucho menos liberar zonas", en alusión a los autoacuartelamientos que en los últimos días involucraron a algunas policías provinciales.
"Hemos desplegado en todo el territorio a la Gendarmería y a la Prefectura Nacional, pero es imprescindible que los más de 200 mil efectivos provinciales cumplan la función que tienen que cumplir", reclamó la Presidente.
"El contagio - agregó - tiene fecha muy precisa en el calendario, pero los argentinos vivimos en democracia y en paz los 365 días del año", resaltó la Presidente y cuestionó a "los violentos" y "los que quieren instalar el miedo en la gente". Recordó que los incidentes con la ocupación del parque Indoamericano en la Capital Federal en el año 2010 habían ocurrido también un 10 de diciembre.
Señaló además "la conmoción" que provoca ver escenas que realmente "conmueven, desconciertan y avergüenzan, porque ver gente en saqueos en autos y (camionetas) 4x4 avergüenza a todos los argentinos".También pidió "a la Justicia que defienda a la institución democrática" y subrayó que así como se logró a través de una ley nacional de defensa "la reinserción de las Fuerzas Armadas a los procesos democráticos, hay que hacerlo en cada una de las provincias con las policías de una buena vez por todas". "Y mucho menos aún lo que hemos visto: liberar zonas para que vaya gente a cometer delitos", apuntó la mandataria, al tiempo que pidió a "los más de 200 mil efectivos provinciales que cumplan las funciones que deben cumplir porque son mucho más de los 35 mil nacionales y no es parte de sus funciones, sino que deben custodiar la frontera". "Hay instigación política por los que creen que se pueden ganar elecciones instalando el miedo y hablando de la inseguridad: eso dura muy poco, hemos tenido experiencias muy terribles y esas políticas han fracasado", concluyó. Este punto abre un debate de fondo del actual ciclo que es la polémica entre garantismo y mano dura en el tratamiento de la seguridad. El Gobierno nacional ha boyado entre las dos opciones y este año pareció inclinarse a favor de la segunda tendencia.
Esto introdujo otro debate que se ha reabierto con estos incidentes: si los organismos de seguridad deben ser conducidos por uniformados o por funcionarios políticos. En el orden nacional el secretario de Seguridad, Sergio Berni, es un militar en actividad (aunque de la rama de los médicos); en la provincia de Buenos Aires el ministro del área es el más cercano a las fuerzas policiales, que son conducidos por mandos de la Bonaerense.Por eso remarcó la necesidad de que se democraticen las jurisdicciones policiales. Hay sectores políticos, insistió, que "quieren instalar el miedo, pero esas políticas han fracasado, porque la inclusión social y el control civil es lo que garantiza la seguridad de los ciudadanos".
Explicó que había preferido que el acto no fuera transmitido por la cadena nacional, como estaba previsto: "Pese a la importancia de esta fecha simbólica -dijo- que constituye un ícono en la historia de los argentinos, y hubiera ameritado una cadena nacional, he decidido no hacerla, para permitir que democráticamente algún canal corte la pantalla y ponga una escena donde los antidemocráticos quieren sin lugar a dudas hacer que los argentinos olviden los valores de la democracia", señaló. "Todo lo que nos falta lograr, todo lo que nos falta hacer, sólo se puede lograr respetando la democracia, el que quiera un camino alternativo que no se disfrace de cordero, que lo diga", sostuvo la Presidente.
Antes de hablar, la Presidente entregó vía teleconferencia el premio "Azucena Villaflor" al cantante español Joan Manuel Serrat (que estaba en Barcelona), acompañada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Justicia, Julio Alak, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, ministros y funcionarios del Poder Ejecutivo y legisladores. Estaban, además, los expresidentes Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá, el diputado Ricardo Alfonsín, el exsenador Leopoldo Moreau y una barra de militantes radicales adherentes al Gobierno.
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