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Cristina, disidencias PJ y aviso de Massa
El scrum de gobernadores, pelotón de doce jefes territoriales, es una escala complicada. Salvo su cuñada, Alicia Kirchner, y con matices, el formoseño Gildo Insfrán y la catamarqueña Lucía Corpacci, los demás están casi desconectados de la expresidente. Algunos, como Juan Manuel Urtubey, por decisión táctica de buscar perfil propio. Los demás no tuvieron, en el pasado, relación con Cristina, lo que les facilita mantenerse distantes y casi ajenos. A eso se suman las urgencias económicas de la mayoría que los fuerza al buen diálogo con la Casa Rosada.
De la docena de gobernadores de lo que fue el FpV/PJ, sólo cuatro convivieron con Cristina: Urtubey, Corpacci, Insfrán y la santiagueña Claudia Ledesma de Zamora. Los demás apenas cruzaron alguna vez unas palabras y la cita más intensa fue a fines del año pasado cuando los citó a la Casa Rosada para imponer a Héctor Recalde como jefe del bloque de diputados y a Ricardo Echegaray en la AGN.
Los gobernadores constituyen, hasta acá, una disidencia "pasiva", razón por la cual Cristina desistió de programar una cumbre ante el riesgo de que fracase la convocatoria. La mayoría, por caso, llamó a votar a favor del proyecto de Mauricio Macri para pagarle a los buitres, contra la posición feroz del kirchnerismo de diputados, que encabezó Máximo Kirchner.
La expresidente, que tiene planes para quedarse toda la semana en Capital, avisó también que no gestionó una juntada con el bloque de senadores, que también votó ampliamente por el proyecto del PRO sobre los holdouts. Podría, en este caso, "recibir" a los senadores más K, dicen a su lado, pero sin que eso se lea como una convocatoria de ella ni como la intención de ver al bloque completo, lo cual podría dejar en evidencia que no junta a la mayoría.
La cita hoy a los intendentes bonaerenses, que empezó con los más cercanos como Francisco "Paco" Durañona (Areco) y Patricio Mussi (Berazategui), se amplió a otros alcaldes que se mueven con distancia de los K y tienen, incluso, malas relaciones con La Cámpora. Como les planteó a los diputados, Cristina empuja la tesis de construir "una nueva mayoría" que debe empezar en el Congreso, a partir de diálogo con Sergio Massa y el PJ díscolo de Sergio Romero y Diego Bossio. La respuesta del tigrense fue volver a verse con Urtubey (que ordena al Bloque Justicialista) para consolidar, ambos, la posición de lejanía con el kirchnerismo.
En su zig-zag, Massa decidió no formar acuerdo alguno permanente en el Congreso, acompañar las acciones razonables del PRO, pero avisó que podrán coincidir con el FpV en el rechazo, parcial, a leyes como, por ejemplo, la reforma del Ministerio Público. Pero será, dijo, sólo una coincidencia legislativa que no se traducirá en la política. Fuera del kirchnerismo, los demás peronistas apuestan al aislamiento de Cristina.
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