El agua encalmó el fuego

Acaso más veloz que lo previsible, los índices mundiales al rojo vivo fueron introducidos en la tina de agua. Primero fue el impulso y la salida de presiones, ante los temores por la falta de «acuerdo» en los Estados Unidos; ayer se salió del plano de lo psicológico y la euforia para ver con mayor crudeza que lo acordado es solamente una «tregua» entre dos batallas. (Y la que sigue, seguramente, será todavía más encarnizada.)

No todos se apagaron pasando al signo negativo, pero los que quedaron en suba lo hicieron de modo más recatado. Básicamente, fueron el Dow Jones -con pequeña merma del 0,16 por ciento- y varios de Europa, los que se vieron acosados de ventas.

El Bovespa mantuvo el caminar alcista y pudo sumar el 1,22 por ciento a la mejora anterior. Y en el ámbito local, el Merval también repitió el signo favorable, con un sobrio porcentual del 0,75 por ciento.

El mínimo del día fue el cierre previo -piso que mostró buena solidez- alcanzando un máximo que quiso perforar el techo de los 3.000 (y quedó en la puerta) con 2.895 unidades. Derrapando al cierre hasta los 2.975 y falto ya de órdenes de apoyo. Total de 48 papeles con alzas, por otros 18 en descenso y grupo de 15 sin variar.

Tres bajas

En líderes, sólo tres bajas formales (Macro, Francés y la plaza líder mayor de YPF). Lo más trascendente fue PESA, que resultó bien favorable con un 4,12%. El otro componente esencial, el monto negociado, se contrajo a los $ 45 millones y esa porción faltante es la que sintió dentro de las órdenes de demanda. El exterior ya no daba para arriesgar en demasía, y las «tomas de utilidad» estaban al acecho. La Bolsa, cautelosa.