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El alegato de “Rhinocéros” conserva eficacia

La versión la Compañía Théâtre de la Ville demostró que el alegato de “Rhinocéros” sigue vigente, al igual que sus ironías. No obstante, la pieza ganaría en eficacia con algunos cortes.
El principal atractivo de esta pieza clave del Teatro del Absurdo reside en sus desopilantes juegos de palabras, en la ridiculización de situaciones cotidianas (en donde anidan oscuras ideologías) y en el clima de pesadilla "kafkiana" que rodea a su protagonista.
Su autor, Eugéne Ionesco (Rumania, 1909-Francia, 1994) la estrenó en 1959 y desde entonces fue leída como una alegoría contra el comunismo, el fascismo y otros regímenes totalitarios que en su acceso al poder se aprovechan del conformismo, la uniformidad y el contagio ideológico al que tienden las masas.
La acción transcurre en un apacible pueblo francés que de pronto es invadido por un par de rinocerontes. Al principio, se los considera una amenaza que indigna y atemoriza a la población, pero ante un mayor número de ejemplares la plaga se convierte en epidemia y finalmente en una metamorfosis masiva. La "rinoceritis" se vuelve tendencia y pronto encuentra su justificación ideológica: todos reivindican la fuerza bruta y el regreso "a lo natural". El único que se niega a perder su identidad y sus convicciones humanistas es Bérenger (muy buen trabajo de Serge Maggiani) un hombre sensible, lleno de dudas y temores y a quien todos subestiman por su impuntualidad y su adicción al alcohol pese a tener una aguda mirada sobre la realidad.
La versión que Emmanuel Demarcy-Mota que presentó en el Teatro San Martín al frente de la Compañía Théatre de la Ville demostró que el alegato de "Rhinocéros" sigue hoy vigente, al igual que sus ironías. No obstante, la pieza ganaría en eficacia (conceptual y dramática) con algunos cortes. La claridad conceptual de la obra y su progresión lineal vuelven algo morosas sus dos horas de duración.
El dispositivo escenográfico resultó un magnífico soporte para la labor de gran compromiso físico que exhibió todo el elenco. El inesperado derrumbe de escaleras y paredes hizo sentir el avance de las fieras sobre una sociedad frágil e inestable que cada vez tiene menos valores para enfrentar la barbarie.
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