6 de diciembre 2013 - 00:00

El día que la Argentina quedó encandilada

El 23 de julio de 1998, el entonces presidente Carlos Menem recibió a su homólogo sudafricano.
El 23 de julio de 1998, el entonces presidente Carlos Menem recibió a su homólogo sudafricano.
N elson Mandela visitó la Argentina en 1998. Su paso por el país, que incluyó hasta un viaje a Ushuaia para participar de la Cumbre del Mercosur, reunió multitudes que lo siguieron a cada paso. En el Congreso fascinó a la clase política.

El trámite de la vista de Mandela estuvo directamente relacionado con el rugby. A Menem le había gustado la estrategia de Mandela de utilizar también a los Springboks para superar las barreras raciales intentando unir a los sudafricanos detrás del rugby. Y como el argentino tenía una fascinación por incorporar a la política a las estrellas del deporte, terminó nombrando como embajador de la Argentina en Sudáfrica a Hugo Porta, excapitán de Los Pumas.

"A mí me tocó restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países. Fue un honor", diría Porta años después.

Menem invitó a Mandela a visitar la Argentina durante un viaje oficial que el riojano hizo a Sudáfrica en 1995, el mismo año en que allí se jugó el histórico mundial de rugby.

Mandela llegó a la Argentina en julio de 1998, cuando ya era un mito para el mundo, y la clase política argentina lo recibió fascinada.

Fueron tres días en el país que siguieron a una gira que el presidente sudafricano había realizado por Sudamérica.

Hubo homenajes a cada paso, como no le volvieron a brindar a ningún otro presidente. Cuando el avión presidencial aterrizó en Ezeiza, Guido Di Tella estaba esperándolo al pie de la escalerilla con flores y custodia de honor. Tras los saludos, hubo una salva de 21 cañonazos, gesto infrecuente en el país, que se reservaba sólo a los grandes acontecimientos.

Mandela no sólo se reunió con Menem, sino también con Fernando de la Rúa, como jefe de Gobierno porteño, que lo nombró Huésped de Honor.

Pero sin dudas el evento mayor fue en el Congreso. La Asamblea Legislativa se reunió para recibirlo. Se recuerda aún a Graciela Fernández Meijide y a Carlos Ruckauf liderando la comitiva de honor.

Tras el ingreso al recinto de Diputados, todas las barras, los senadores y diputados lo aplaudieron de pie durante cinco minutos. Un recibimiento similar lo esperaba en Ushuaia el viernes 24 de julio, donde ante el Mercosur dio una clase sobre la historia de su vida.

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