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El diluvio que viene
Roland Emmerich se ha transformado en un especialista del género catástrofe, que tuvo su cuarto de hora en Hollywood en los años 70, en una fórmula que combina un patrioterismo ajeno con grandes dosis de sentimentalismo para la masa. En este caso, la historia comienza cuando un científico descubre que el sol está afectando al centro de la Tierra, lo que devendrá en una catástrofe de magnitud planetaria. El G8 decide la construcción secreta de enormes arcas mientras que un escritor fracasado toma conocimiento del tema por casualidad y, ante la primera señal de peligro, decide salvar a su familia. Así se suceden escenas increíbles, como la destrucción de Los Angeles o la explosión de Yellowstone, que son lo mejor de la película. Finalmente, después de idas y vueltas, el escritor y los suyos logran salvarse y la Humanidad tiene una nueva oportunidad, esta vez seguramente a expensas de África.
H.M.
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