27 de febrero 2009 - 00:00

El evento semanal: Copa Telmex ATP Buenos Aires

Ricardo Darín.
Ricardo Darín.
Del 14 al 22 de febrero, se jugó la Copa Telmex ATP World Tour. ¿El lugar? El elegante Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde los espectadores de los últimos partidos, se encontraron a la salida con los habitantes de la zona roja. Los organizadores tal vez olvidaron que es el deporte blanco, un evento familiar que fue de elite y remonta a épocas tradicionales.
El torneo tuvo de enemigo el tiempo. No sólo le tocó el febrero más caluroso de los últimos 30 años, sino que en cuartos de final, semis y final, se enfrentó a la lluvia. Y como si el tiempo quisiera mostrar que es enemigo del tenis, el sábado bajó la temperatura de 41,5° a 19° en la final. Ese domingo además padeció la lluvia y el viento, los más grandes enemigos del juego.
Martín Jaite (director del ATP), afrontó todo. El ex jugador, que fue candidato a ser capitán del equipo de la Davis, olvidó la crisis y que este año hubo menos espectadores que en 2008.
Miguel Nido, presidente de Altenis Inc., que tiene sus oficinas en Miami, dijo que es el torneo más importante de Sudamérica, luego de Acapulco adonde los finalistas viajaron apenas terminaron el partido. Corrieron contra reloj para no perder el vuelo de las 23. Mónaco se fue preocupado. Dependía de su lesión en el tibial.
«El torneo de Buenos Aires tiene un ambiente distinto a los del resto del mundo», observó Nido, por eso junto a Martín Jaite decidieron ajustar el presupuesto. «Competimos con promotores locales que están haciendo eventos a costos locales, mientras nosotros tenemos costos en dólares, como las garantías por premios y seguros que no se pueden recortar. Igual le dimos más categoría incentivando con un premio de 600 mil dólares (antes eran 490 mil) y 250 puntos para el ranking. El tenis no va a morir,pero no va a crecer por la crisis. Hay que tener estrategias tres a cinco años».
Venta de entradas
A la crisis se sumaron las vacaciones de febrero que perjudicaron la venta de entradas. Fue mucha la gente que eligió el segundo mes del año para veranear, debido a los menores costos.
En el inicio quedaron dos grandes de la «armada ibérica». Nicolás Almagro (ganador de Acapulco el año pasado) y el «galán» Carlos Moyá, tercer favorito, tan admirado por el sexo femenino y por su tenis. Moyá en la Argentina es local. Se esperaba más de un ex número uno del ranking, ganador de Roland Garros y 3 veces de este torneo.
Luis Lobo, «Lobito», su entrenador, especialista en polvo de ladrillo, explicó que ahora se cansa más en los peloteos largos y prefiere la velocidad del cemento, donde los tantos son más cortos. La idea es volver al top veinte. Moyá cayó ante Máximo González, que vino de Tandil, cuna de tenistas como Mariano Zabaleta, Juan Martín del Potro, Guillermo y Mariana Pérez Roldán, Junqueira, Patricia Tarabini y «Pico» Mónaco.
Toda la semana fue de glamour. Es una suma de moda, personalidades del show business (TV, cine, teatro), más los famosos del deporte, sumados a las promotoras de las marcas y sus atuendos.
Si de moda se trata, en medio de la diversidad de climas sobresalieron las musculosas escotadas, a las que se les agregaban trenchs por la lluvia, algunas camperas cancheras y en algún color especial, excepto Luisana Lopilato que uso el buzo de Argentina. No hubo gran anticipo del otoño 2009, traído de algún viaje, como suele pasar en el polo que muestra un adelanto del verano en Punta o la costa atlántica. Los hombres clásicos, salvo algunas excepciones por el calor, usaron diversas marcas deportivas, aunque por el frío les agregaron camperas o suéters de colores (anaranjado, amarillo, verde. Alguno se animó al rosa). Algo infaltable fueron los sombreros, en todas sus variedades, los de los sponsors, los clásicos, las viseras y algunos originales en escocés o cuadrillé (ahí sí un adelanto).
También los tenistas impusieron su moda, casi definitiva, en la vincha con nudo, mostrando el logo de su sponsor. Moyá, Nalbandian, Mónaco, Del Potro, Nadal y Federer, son los abanderados de la vincha.
El sector vip esta vez fue más acotado. Una sola carpa para todos los invitados a excepción de Telmex con carpa exclusiva.
Carpa vip
En la carpa vip, lugar para relajarse, ambientada en tonos de beige, sillones largos, puffs, mesas elevadas con banquetas, se sirvieron champán Chandon Rose y Extra Brut para acompañar un risotto, o revuelto con mariscos, tomates con carne, bocaditos de camarones, carne en tira con salsa agridulce, café, te y mesa de dulces: masas y tortas. Los que no tomaban alcohol, debían conformarse con las botellitas de agua mineral o aguas saborizadas que estaban en una heladera.
En el palco del Banco de Galicia, Diego Videla, director de relaciones institucionales obsequió a sus invitados un elegante paraguas verde y una campera powder.
Se vieron por los courts a Luisana Lopilato alentando a su novio Juan «Pico» Mónaco, a Ricardo Darín, Mike Amigorena, Sebastián Ortega, Marcela Tinayre, Jazmín Stuart y el PR Leo Mateu.
Entre los empresarios estuvieron Rodolfo D'Onofrio, presidente de La Caja; Hugo Santilli, Antonio Caselli, embajador de la Orden de Malta en la Argentina, y una lady, Luciana Aymar (firmó más autógrafos que muchos tenistas),
El público fue incondicional, hasta con la lluvia y respetuoso, más allá de algún grito a destiempo. Así se pudo borrar la triste imagen de la Davis y volver a soñar, ya que Juan, como lo alentaban con respeto al final, dejó todo en la cancha. Hasta se arrojó al piso intentando volear una pelota imposible.
Si bien son tenistas de elite, sus cabezas a veces no pueden con la presión de cerrar un partido que parece ganado. Robredo, en cambio, a pesar de jugar 14 partidos en 15 días no dejó dudas de que quiere estar en los top 10 nuevamente.

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