• Cansancio en el oficialismo tras la última sesión del Senado. • Queda pendiente todo el listado de proyectos.
Miguel Pichetto, Julián Domínguez, César Milani
El Congreso se despide esta semana de las sesiones extraordinarias dejando para febrero todo el nuevo temario que habilitó Cristina de Kirchner hasta el 31 de diciembre. Queda suspendida así esa agenda que, en otras ocasiones, podría haberse tratado en la última semana de diciembre, aprovechando la habilitación. Pero el clima político en el Congreso no está para esos esfuerzos.
La postergación hasta febrero, en realidad, sin fecha determinada, del debate de los proyectos que pidió la Presidente es otra muestra más del agotamiento de los propios bloques oficiales.
En Diputados ni siquiera hubo algún planteo formal para organizar una sesión final del año tras el pedido presidencial. El hecho de que tanto el 25 de diciembre como el 1 de enero cayeran este año en miércoles fue excusa suficiente para tirar hacia adelante las votaciones.
La ampliación de extraordinarias deberá, entonces, extenderse a febrero, si es que se sanan para esa fecha los machucados ánimos del oficialismo después de las pujas por el impuesto sobre los autos de alta gama y, sobre todo, la polémica aprobación del acuerdo para el ascenso de César Milani de general de división a teniente general.
En el fondo, el Congreso se fue transformando en un enigma para el Gobierno este verano: todas las votaciones que intenten Miguel Pichetto o Julián Domínguez en cualquiera de las dos cámaras de ahora en más quedarán sometidas a un previo test de estrés antes de lograr el quórum.
Tampoco ayudó el temario que eligió el Gobierno. En el listado de ampliación se incluyó:
El proyecto de ley por el cual se aprueba el Digesto Jurídico Argentino, tema importante, pero no urgente.
La idea de Aníbal Fernández para incorporar penas específicas para aquellos miembros de las fuerzas de seguridad nacionales, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o agencias estatales armadas que por su naturaleza tuvieren a cargo el cuidado de personas, que a sabiendas abandonen injustificadamente actos de servicio o maliciosamente omitieren la prestación regular de la función a la que reglamentariamente están obligados.
Otro proyecto que aprueba el Protocolo Relativo a la Comisión Internacional de Estado Civil, firmado en Suiza, más otros protocolos adicionales, tema que apasiona sobre todo al peronismo.
Tampoco se entiende que el Gobierno haya incluido en extraordinarias como tema prioritario el "proyecto de ley por el cual se establece que, a los fines del Decreto Ley Nº 1.251 del 4 de febrero de 1958, modificado por el Decreto Ley Nº 6.066 de fecha 25 de abril de 1958 y ratificados por la Ley Nº 14.467, deberá entenderse como obras teatrales de autor nacional a las traducciones y adaptaciones de obras teatrales de autor extranjero realizadas por traductores y/o adaptadores argentinos o extranjeros con no menos de cinco años de residencia en el país".
Otro: proyecto de ley por el cual se modifican diversos artículos de la Ley de Tránsito Nº 24.449, de la Ley de Creación de la Agencia de Seguridad Vial Nº 26.363 y de la Ley Nº 25.650, que prohíbe el uso del sistema de radar-foto para el control vehicular en las rutas nacionales, como medición de velocidad de vehículos automotores de transporte público y privado, de carga, de pasajeros o de uso particular, cuando éste no cumpla con la reglamentación metrológica y técnica.
En materia de universidades hay dos temas en la lista que el Congreso prefiere postergar, si es posible, in eternum: un proyecto de ley por el cual se crea la Universidad de la Defensa Nacional y otro que crea el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo, que absorberá la actual Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y toda su deuda.
Sigue la lista con el proyecto de ley por el cual se transforma el Instituto Universitario Nacional del Arte.
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