El oro, en su máximo histórico: u$s 1.307,9

La debilidad del dólar y la postura de la Reserva Federal de seguir motorizando la economía estadounidense impulsaron ayer al oro a alcanzar su máximo histórico, cerrando a u$s 1.307,9 la onza en Nueva York. En momentos de inestabilidad y volatilidad de los mercados, el metal precioso se ofrece como reserva de valor segura, y promete seguir subiendo su valor. De acuerdo con un informe difundido esta semana por la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres (LMBA por su sigla en inglés), la onza podría alcanzar los u$s 1.500 en los próximos 12 meses. A este hecho, se le suma el factor de que los principales bancos europeos están congelando la oferta.

Según analizó Pablo Rojo, ex presidente del Banco Hipotecario, «la suba del oro es la contrapartida de la inundación de dólares en el mundo, a raíz de la tendencia norteamericana a monetizar su déficit fiscal». El precio del oro no ve obstáculos en su carrera alcista, ya que según el economista, «esta tendencia va a seguir, ya que nada hace prever que la Fed vaya a modificar su política, para dejar de comprar bonos del Tesoro.

Ya el viernes, el metal tocó los u$s 1.300 la onza, pero no logró superar este nivel. Después de seis semanas de fuertes subas, los analistas internacionales especulan que la onza superará los u$s 1.350 en el corto plazo. El aumento de la cotización del metal fue también impulsado por la caída del dólar. Al cierre de la jornada en Wall Street, por un euro se pagaba u$s 1,3588, marcando un aumento diario de la moneda comunitaria del 1%. En lo que refiere a la comparación con la divisa japonesa, llegó al mínimo de 83,68 yenes.

Independiente de que la tendencia internacional ubica en la actualidad al oro como reserva de valor estrella, este concepto no está tan incorporado en la Argentina. «Acá el problema con la reserva de valor es que durante los últimos 30 años se utilizó el dólar para esto». No obstante, se trata de una moneda que al estar planchada hoy, no es instrumento suficiente para hacerle frente a la inflación, que según las consultoras privadas cerrará en torno al 25% este año.

«Es un tema totalmente cultural. Cuando vemos problemas nos pasamos en seguida al dólar, pero el metal es muy atractivo. Para perfiles conservadores es mucho mejor que pasarse a la moneda norteamericana», explicó Gustavo Guelbert, asesor financiero de Invertir Online. En este sentido, explicó que no es necesario comprar el metal, sino adquirir ETF (reproductores de la moneda, similares a fondos comunes de inversión) «que se compran como acciones y se pueden vender al instante. Además, no se requieren grandes sumas».