22 de diciembre 2017 - 00:00

El Papa fustigó a la Curia: “Se corrompen por la ambición”

Utilizó el discurso navideño para denunciar la oposición de los sectores conservadores a sus planes para la Iglesia. “Hacer las reformas en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”, dijo.

INUSUAL. Si bien Francisco había criticado con anterioridad a la Curia, los expertos afirman que la dureza de sus palabras no tiene precedentes.
INUSUAL. Si bien Francisco había criticado con anterioridad a la Curia, los expertos afirman que la dureza de sus palabras no tiene precedentes.
Ciudad del Vaticano - El papa Francisco atacó ayer a "los traidores" dentro de la Curia Romana, su "desequilibrada lógica de las intrigas", así como su "ambición y vanagloria", en un dura reprimenda con ocasión del tradicional discurso de Navidad.

"Hacer las reformas en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes", reconoció el Papa argentino, quien en marzo cumple 5 años de pontificado combatiendo enormes dificultades para reformar el gobierno de la Iglesia ante los cardenales, obispos y funcionarios de la Santa Sede.

"La Curia es una institución antigua, compleja, venerable, compuesta de hombres que provienen de muy distintas culturas, lenguas y construcciones mentales", recalcó.

"Cuánta paciencia, dedicación y delicadeza se necesitan para alcanzar ese objetivo", clamó Francisco, que fue elegido tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, agobiado por los ataques y escándalos sexuales y financieros dentro de la Curia Romana.

El sumo pontífice no escatimó críticas a los sectores conservadores, liderados por el cardenal alemán Gerhard Müller, sustituido en julio de su cargo como prefecto de la Doctrina de la Fe. "Permítanme que diga dos palabras sobre otro peligro, que es el de los traidores de la confianza", dijo para proseguir con palabras particularmente duras.

"Fueron seleccionados con cuidado para dar mayor vigor al cuerpo y a la reforma pero, al no comprender la importancia de sus responsabilidades, se dejan corromper por la ambición o la vanagloria", cuestionó Francisco.

"Y cuando son delicadamente apartados se autodeclaran equivocadamente mártires del sistema, del 'Papa desinformado', de la 'vieja guardia'..., en vez de entonar el mea culpa", subrayó en una clara alusión a Müller, y a las declaraciones dadas a diferentes medios de prensa tras su dimisión hace unos seis meses.

No se trata de la primera reprimenda que Francisco hace a la Curia pero sí fue la más directa y dura.

Al inicio de su pontificado en 2013, había enumerado "las quince enfermedades" que afectan a la institución, entre ellas la rivalidad, la doble vida, la hipocresía, estar al servicio del poder y buscar beneficios mundanos.

El Papa latinoamericano, que no formó parte de la influyente Curia Romana, lamentó de nuevo "el cáncer" que corroe la entidad: "estar encerrados en sí mismo", "la autoreferencialidad" y no estar conectados con la realidad del mundo.

No olvidó, no obstante, que hay "una inmensa mayoría de personas fieles que trabajan con admirable compromiso, fidelidad, competencia, dedicación y también con tanta santidad".

Agencias AFP, ANSA.


EFE, DPA y Reuters

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