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El renacer del lujo americano

Lexus LC 500
El mejor ejemplo de esto vino de Asia. Toyota, la marca extranjera más importante en Estados Unidos, no tuvo stand propio, pero sí realizó un gran despliegue para su marca de lujo: Lexus. Lo mismo hizo Hyundai con su reciente creación: Genesis.
En el primer caso, se destacó el Lexus LC 500, una coupé con motor V8 5.0 de 467 CV, que mezcla deportividad con equipamiento premium. En el segundo caso, el Genesis G90 fue la carta de presentación en el mercado norteamericano de esta nueva división de Hyundai. En el interior incorpora madera, cuero y aluminio, y cuenta con pantallas individuales para cada plaza.
Entre las locales, Lincoln, parte de Ford, exhibió a un clásico renovado: el Continental, al tope de la gama de la firma. Con opciones de motor V6, reaparece tras 15 años de ausencia con ese nombre y recupera su tradición histórica. Tiene sistemas de conducción semiautomática, con alerta de colisión y un control de velocidad adaptativo capaz de frenar el auto a cero si hiciera falta. Tiene detalles como el refrigerador para champán o butacas con 30 posiciones. General Motors, en tanto, develó al Buick Avista concept, que con un V6 biturbo de 400 CV tiene líneas modernas y radicales, que apuntan a un público más joven que Lincoln o incluso que Cadillac, también parte de GM.
Dentro de los deportivos de lujo también pisó fuerte el Acura Precision Concept. Pertenece a la división de Honda para sus modelos de gama premium y es un adelanto de los diseños de los futuros autos de la marca japonesa.
Enviado especial a Detroit
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