11 de septiembre 2017 - 21:57

El trabajo que se viene: una vuelta por el futuro

Cuáles son los empleos que pican en punta de cara a las próximas décadas. Desde diseñador de sueños hasta pilotos de drone y policías de clima. Un recorrido sin escalas.

Surrealismo. En el futuro se podrán diseñar los sueños.
Surrealismo. En el futuro se podrán diseñar los sueños.
"En los sueños, los ojos caminan ¡Los ojos! Puedo controlar mis ojos en mi sueño. No más esclavitud del sueño", dice Gael García Bernal en un momento de "Soñando despierto", el filme de 2006 realizado por el francés Michel Gondry también director de "El eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Once años después, a la hora de evaluar los avances de la tecnología, el abanico laboral se abre ante una cantidad de opciones que parecen abducidas de un mundo de fantasía, pero que hoy ya forman parte del trabajo de parto de lo que serán las nuevas opciones profesionales con las que contarán aquellos nacidos en la última década.

"No renuncies a tu sueños, sigue durmiendo". Aquello que alguna vez pronunció Albert Einstein puede llegar cambiar de forma. Reformularse. Mutar. Y es que, en algunos años, la dinámica entre la ciencia y la tecnología permitirá poder armar aquello que uno desea ver mientras duerme a través de diseñadores de sueños.

Este, y otros tantos ejemplos que en la actualidad parecen de otro universo, serán algunos de los empleos que formarán parte, según los especialistas, de la paleta laboral de 2030. Es así como en algunos años alguien podrá elegir qué soñar de la misma forma que hoy escoge a un diseñador de ropa, gráfico, web o de interiores para alcanzar sus propios proyectos. Algo así como la épica experimental del surrealismo. Aquello a lo que Salvador Dalí recurría a la hora de pintar. Y que tan bien supo describir a la hora de explicar a "el sueño como un pesado monstruo que era sostenido por las muletas de la realidad".

Según las propias palabras del coreano Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, para 2030 la inteligencia artificial habrá eliminado el 50 o 65 por ciento de los empleos actuales en los países en vías de desarrollo. "Esta incorporación implica un incremento de la productividad: más en menos tiempo. El desafío es readaptarse a los nuevos tipos de ocupaciones ante los oficios y empleos que quedarán obsoletos. Se trata de un cambio en el perfil del empleo que estará más enfocado en tareas cognitivas por lo que los trabajadores necesitan nuevas habilidades y mejores oportunidades para el empleo del futuro. Algo a lo que el sistema educativo deberá responder", aseguró hace veinte días durante el foro "Invirtiendo en los Empleos del Futuro" que se llevó a cabo como parte de su visita a la Argentina.

En el país, por ejemplo, el programa Codo a Codo ofrece capacitaciones a cientos de jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires para que puedan insertarse en el mundo tecnológico. Algo que les permitirá, en algunos años, contar con las herramientas necesarias para el día de mañana poder encarar los grandes trabajos del futuro más cercano: ingenieros en telefonía celular o desarrolladores de realidad virtual.

Pero hay algunos trabajos que ya empiezan a tener gran actividad. Es el caso de los pilotos de drone. Uno de los empleos más dinámicos para lo que se viene ya que la oferta será amplia. Desde aquellos que puedan tomar fotos o grabar desde el drone hasta los que decidan fumigar pasando por bomberos o arqueólogos y todo lo que pueda llegar a aparecer más adelante.

Hay dos ejemplos muy claros para estos casos: Amazon tiene la intención de enviar paquetes por esta vía, mientras que Facebook pretende desarrollar uno gigante para poder llevar internet a las zonas con menos acceso a internet. En ese sentido, lo que queda en claro que la innovación será un puntal. Pero hay más. Otros de los trabajos que empiezan a crecer tienen que ver con el software médico, la ingeniería genética, robótica y ambiental y la biotecnología.

Los datos son más experimentales a la hora de dar un salto mayor hacia adelante, allí donde los diseñadores de sueños serán más que los abogados. Según un estudio realizado por la consultora británica Fast Future, hay alrededor de veinte empleos que se irán incorporando de a poco en el sistema educativo mundial.

¿Algunos de ellas?

Fabricante de partes del cuerpo: una combinación entre cirugía plástica, robótica, genética y generación de tejidos. Una técnica que permitirá fabricar órganos y extremidades para reemplazar a otras dañadas o amputadas.

Especialista en bienestar de la tercera edad: el envejecimiento de la población abrirá una gran gama de empleos relacionados a los más grandes. Todo esto estará relacionado a la medicina, la estética o la psiquiatría.

Policía del clima: en países como India ya se experimentó con éxito la técnica de provocar lluvias artificialmente. De seguir, será necesario implantar normas internacionales para regular una actividad que podría llegar a generar grandes consecuencias de no ser tratado como corresponde.

Controlador de datos personales: la seguridad e internet es uno de los grandes temores para las empresas. La necesidad de protegerse de los hackers aumentará el caudal de especialistas en este nuevo rubro.

Ingeniero de vehículos alternativos: mientras los auto ecosustentables ganan espacio, serán necesarios especialistas para atender todas las nuevas problemáticas que pueden llegar a relacionarse en el propio vehículo.

Arquitectos espaciales: en Houston, por citar un ejemplo, ya se puede realizar un máster para poder contemplar la construcción de invernaderos en Marte. En la idea de que los viajes especiales no sean solo para los científicos, se encontrarán nuevos empleos.

El futuro llegó hace rato. Y para no quedar afuera del mercado laboral de las próximas décadas estas son algunas de las especializaciones que, de a poco, se irán desarrollando de cara al mundo que se viene. Un mundo diferente. Distinto al anterior. Al de hoy.

Dejá tu comentario