22 de diciembre 2010 - 00:00

Evo saca ahora de carrera a un rival electoral

La Paz - Juan del Granado, popular ex alcalde de La Paz y potencial rival del presidente boliviano Evo Morales en la próxima elección, fue acusado por la Contraloría de daños económicos a la ciudad, en un eslabón más de una cadena de procesos contra detractores del Gobierno que ha diezmado a la oposición.

Según la Contraloría, Del Granado firmó en 2010 contratos lesivos al Estado y tuvo una «conducta antieconómica» en la construcción de unos puentes que unen las laderas de La Paz, lo que habría derivado en un daño patrimonial al Estado de 4,5 millones de dólares. Ex aliado de Morales, Del Granado consideró que la acción de la Contraloría en su contra es «torpe e ilegal».

«Esta vez el Gobierno eligió a mi persona, se dirige al MSM (Movimiento Sin Miedo, que Del Granado fundó en 1999), que es la alternativa emergente desde la izquierda frente a una mala conducción gubernamental», dijo.

La ofensiva contra Del Granado es la última de un puñado de acciones legales contra dirigentes opositores, que ya la semana pasada le costó el cargo al emblemático gobernador opositor del departamento de Tarija que concentra el 85% del gas nacional, Mario Cossío. Sólo este año, además de Cossío, ocho alcaldes opositores fueron separados de sus cargos acusados de corrupción, mientras que en la mira de la Justicia está Rubén Costas, el principal opositor a Morales y gobernador del poderoso departamento de Santa Cruz, cuyas élites se oponen firmemente al mandatario.

En defensa del Gobierno, el vicepresidente Alvaro García Linera señaló que «alguna gente está recurriendo a la muletilla de que es un asunto político para eludir lo que es un problema legal, administrativo.

Sin embargo la oposición percibe de manera generalizada que el Gobierno utiliza los procesos judiciales con fines de obtener una hegemonía política.

Tras la destitución de Cossío y la apertura del proceso contra Juan del Granado, la diputada opositora Norma Piérola opinó que hay «una caza de brujas» contra la oposición.

«El Gobierno no va a descansar hasta ver presos o fuera de sus cargos a los opositores», presagió.

La ministra contra la Corrupción, Nardi Suxo, replicó que en Bolivia «hay casi 500 funcionarios públicos y 39 autoridades enjuiciadas, unos son del MAS (Movimiento Al Socialismo, oficialista) y otros, de la oposición».

«El Gobierno ha sido muy eficaz en desprestigiar a la oposición, sobre todo a los gobernadores de Tarija, Santa Cruz y Beni», últimos reductos de una oposición de derecha que en 2008 puso al país al borde de una guerra civil, opinó el analista independiente Carlos Cordero.

Ex hombre fuerte de Morales, el dirigente campesino Román Loayza denunció que «los líderes opositores son perseguidos y obligados a irse del escenario político».

La diputada opositora Elizabeth Reyes -a cuyo jefe político, el líder de la Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, el Estado confiscó acciones de una cementera- cree que «todo aquel que emerja como líder opositor será descabezado, perseguido o encarcelado».

De hecho, el panorama actual es que no hay una figura política que haga contrapeso a Morales, aunque Del Granado es percibido como una buena opción para pelearle en 2014 el cargo al actual presidente.

Con una oposición sin rumbo, diezmada y desunida, y sin una propuesta ideológica clara, «el liderazgo del dirigente y presidente Evo Morales es muy poderoso», resumió Cordero.

Morales y el MAS obtuvieron en las elecciones de diciembre de 2009 un abrumador triunfo con el 64% de los votos para su segundo mandato de cinco años, lo que le dio al oficialismo pleno control del poder Legislativo y enorme influencia en el Judicial.

En julio pasado, gracias a ese control, el Gobierno expidió una ley que permite que una autoridad sea separada del cargo bajo la simple acusación de un juez y no -como era antes- cuando fuera condenado.

Agencia AFP

Dejá tu comentario