Ex diplomático dio datos de la "embajada paralela"

• Declaró ante la Justicia que Uberti era el responsable del 85% de los negocios con Venezuela

Julio De Vido

El ex agregado comercial de la Argentina en Caracas, Alberto Álvarez Tufillo, declaró ayer ante la Justicia que el ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), Claudio Uberti, se ocupaba del fideicomiso de unos u$s 90 millones que ambos países crearon y que en el 85% de los casos el ex funcionario kirchnerista no informaba a la Embajada sobre sus actividades. Es más, Álvarez Tufillo precisó que en muchísimas oportunidades Uberti ni siquiera notificaba de su llegada a Caracas y que se enteraban por empresarios de ese país.

El testimonio del ex diplomático reforzó así las denuncias de una presunta «embajada paralela» que habría operado en Venezuela supuestamente a cargo de Uberti. Álvarez Tufillo detalló que el convenio bilateral firmado entre ambos países se dividía en diferentes áreas en las que intervenían los distintos ministerios argentinos. La Secretaría de Energía era una de las que tenía mayor actividad en Venezuela, respecto a temas en los que en general no intervenía la embajada argentina.

En este punto, el ex agregado comercial indicó que «en el 85% de las reuniones no participaba la Embajada porque se trataban de temas sobre energía». A estas reuniones sí asistía en cambio Uberti, quien era «coordinador general del fideicomiso o coordinador general del Ministerio de Planificación» a cargo de Julio De Vido, a pesar de que «no le consta de ningún papel» que lo designara en ese cargo. Indicó, además, que no sabía quién había reemplazado a Uberti cuando dejó su cargo en el Gobierno.

También estimó que De Vido viajaba a Venezuela cada dos meses aproximadamente y que la embajada argentina no participaba en la mayoría de las reuniones que se organizaban, ya que «eran reuniones del más alto nivel». Según Álvarez Tufillo, De Vido se reunía «con el presidente (Hugo) Chávez, con el ministro de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Energía y Minas». Agregó que, en su opinión, «todos los pagos eran autorizados por Chávez» y que, ante cualquier inconveniente, podían ser solucionados por vía política.

Respecto del testimonio de Eduardo Sadous sobre el supuesto pedido de retornos por parte de funcionarios argentinos a empresarios para participar de estos negocios, Álvarez Tufillo aseguró que nunca tuvo «ningún comentario sobre ello» y que no tenía conocimiento sobre el pago de comisiones para exportar productos a Venezuela

Sin participación

De hecho, el ex agregado comercial, quien se desempeñaba precisamente como consejero económico en la embajada y se encargaba de fortalecer el intercambio comercial entre ambos países, señaló que en ningún momento participó de las gestiones para que la Argentina exportara maquinaria agrícola a Venezuela, a través de las gestiones de las intermediarias Palmat y Madero Traiding.

Estas empresas son investigadas por el juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita por haber cobrado comisiones de un 15% a los empresarios argentinos para realizar esta operación. En la causa se investiga si este porcentaje encubre supuestos pagos de sobornos, ya que serían superiores a los que en general se paga por este tipo de servicios. Álvarez Tufillo señaló que desconocía la comisión que habían cobrado estas intermediarias, así como indicó que creía que «fue el único sector» que utilizó intermediarias.

En cuanto al caso de la venta de vaquillonas en la que participaba Eduardo Cavannagh, el ex agregado comercial dijo desconocer por qué no había prosperado la operación y aseguró que el empresario no le había hecho ningún comentario. Sadous había afirmado que Cavannagh -quien debe declarar ante el juez y el fiscal mañana- era uno de los que se le había acercado para quejarse por el supuesto pedido de retornos. Álvarez Tufillo también negó una supuesta conversación entre él y el ex embajador sobre este tema, a la que se había referido Sadous en su declaración testimonial.