Tras el cierre de la sesión, los títulos de Ferrari, que debutó con el símbolo de RACE, terminaron con un valor de u$s 55, u$s 3 por encima del precio que había fijado en la víspera. Ese nivel inicial de u$s 52 fue el más alto del rango de u$s 48-52 que había anunciado el pasado 9 de octubre en una notificación a la Comisión de Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC).
Durante la sesión llegó a alcanzar un máximo de u$s 60,97, en un impulso que se concentró en los primeros momentos de las operaciones y que terminó perdiendo fuerza, especialmente en el final, cuando acabó con el nivel más bajo de la jornada.
Ferrari salió al mercado para colocar 17,2 millones de acciones, cerca del 9%, con captación de unos u$s 900 millones. El 80% por ciento de los títulos serán distribuidos entre los titulares de acciones de Fiat Chrysler y el resto es propiedad de Piero Ferrari, hijo del fundador de la compañía, Enzo Ferrari.
Teniendo en cuenta que el precio de salida era el mayor del rango inicial y que la época de salidas a Bolsas no es la mejor, y que, además, la sesión de ayer se cerró con pérdidas, los comentaristas creen que Ferrari puede darse por satisfecho con este debut.
Los retrocesos bursátiles que vienen dándose desde agosto pasado y la gran volatilidad que existe en el mercado este año han hecho que medio centenar de firmas haya aplazado su salida a Bolsa este año, el mayor nivel desde 2012.
En el recinto, los operadores lucían chaquetas y gorras rojas con el famoso logo del caballo encabritado. Las pantallas también eran rojas y el encargado de hacer sonar la campana de apertura de la sesión fue Sergio Marchionne, presidente de Fiat Chrysler, grupo del cual Ferrari es filial.
En el exterior del edificio se exhibieron ocho relucientes Ferrari, uno de los cuales era un Fórmula 1 piloteado por el alemán Sebastian Vettel, actual estrella de la "Scuderia". Entre los automóviles se encontraba también una rara Ferrari 250 California SWB de 1961.
Agencias Efe y Afp |
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