Manila - El hijo del difunto dictador Ferdinand Marcos se encaminaba ayer a una victoria aplastante en la elección presidencial en Filipinas, duplicando según una proyección oficial, los sufragios que obtenía su principal rival, la actual vicepresidenta Leni Robredo.
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Filipinas, a un paso de restaurar la dinastía Marcos
Según los resultados de casi la mitad de los cerca de 70.000 colegios electorales del país, Marcos hijo obtenía 15,3 millones de votos, contra 7,2 millones de Robredo.
Cerca de 40 años después de que su padre fuera depuesto y enviado al exilio, Ferdinand Marcos hijo parece rumbo a restaurar el poder familiar.
Unos 67 millones de filipinos estaban habilitados a votar en estas elecciones generales en las que se elige además vicepresidente, diputados, la mitad de los senadores, los gobernadores de provincia y otros miles de responsables locales.
Personas con barbijos hicieron fila antes del amanecer para sufragar frente a escuelas y otros sitios convertidos en centros electorales a lo largo del archipiélago.
“Un éxito. Las largas filas son magníficas. Los filipinos querían ser escuchados”, declaró George García, de la Comisión Electoral, en un mensaje a periodistas.
Marcos votó con su hermana menor, Irene, en la escuela Mariano Marcos en la ciudad norteña de Batac, de donde es oriunda su familia.
A su vez, Robredo fue recibida por simpatizantes que coreaban “Leni, Leni” cuando llegó a votar a una escuela del municipio de Magrao, en el centro del país.
Tras una áspera campaña, las encuestas de opinión apuntaban a una clara victoria de Marcos.
Bajo la ley electoral filipina, el ganador es el que obtenga más votos, sin necesidad de un porcentaje mínimo de respaldo.
Memoria
La campaña de Marcos se ha esmerado en encubrir el historial brutal y corrupto del régimen de su padre y en aprovechar el desencanto de los votantes con los últimos gobiernos.
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