9 de mayo 2014 - 00:00

Fracaso del mercado IX

Fracaso del mercado IX
Cuando dos mercados, aun no siendo interdependientes, entran en una fusión implícita con la doble cotización sus productos -ver columna previa-, el riesgo de contagio ante una crisis cualquiera estará siempre latente y de maneras impredecibles. ("Tomando la incertidumbre en serio: simplicidad versus complejidad en la regulación financiera", D. Aikman et. al. 2014.)

Dejando de lado modelos más sofisticados (como los CAT), esto es lo que en la columna pasada llamábamos "el eslabón más débil", o lo que en finanzas sería un "wake-up call". ("La crisis global y el contagio de los mercados accionarios", G. Bekaert et. al. 2014).

Alternativa

El problema es que nada es gratis. Por ejemplo, dado que la diversificación no asegura que se pueda minimizar el contagio ("Cambios en la interdependencia de las Bolsas como resultado de la crisis global: Investigación empírica de la región de la CE", C. Tudor, 2011), la alternativa muchas veces es restringir los instrumentos que se pueden operar en una u otra Bolsa (habilitando sólo los de mayor liquidez). Pero si bien esto puede favorecer la profundidad de mercado de esos instrumentos, lo hace a costa de los más "pequeños" o locales ("Fusión de Bolsas y liquidez", U. Nielsson, 2009), desincentivando las OPA (sin lugar para cita).

Dejando de lado la cuestión del riesgo, estos acuerdos de integración tampoco son neutros para las partes, ya que el volumen operativo tenderá a migrar hacia el mercado operativamente más eficiente (Competencia entre Bolsas: Una encuesta, S. B. Ramos, 2003), sin importar los tamaños o el buen nombre ("Bolsas prestigiosas. Un análisis de redes de centros financieros internacionales", N. Cetorelli y S. Peristiani, 2009), especialmente si éste no carga el costo de la negociación de los instrumentos -cada vez- menos líquidos. Sigue Mañana. Ayer el Dow trepó un 0,2% a 16.550,97 puntos.

Dejá tu comentario