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Ian Anderson revivió el furor Jethro Tull
Lo mejor fue el viaje de ida: los primeros 45 minutos del show dedicados a ese hito de la música progresiva fueron un momento único e irrepetible que no puede compararse a nada desde la gira de presentación de aquel disco imperdible de la mejor formación de Jethro Tull. "Thick as a Brick" es la respuesta irónica a otras "obras conceptuales más serias del rock de aquella época.
Un disco con un único tema repetido de varias formas en los dos lados del LP de 1972, narrando la historia de un supuesto niño prodigio, Gerald Bostock, que gana un importante concurso de poesía de manera poco transparente, consiguiendo que Jethro Tull musicalice sus versos (chiste que en su momento muchos se tomaron en serio).
En vivo, a 40 de su grabación, "Grueso como un ladrillo" no sólo conserva la fuerza original, sino que potencia su tono irónico con algunas innovaciones de la puesta, que incluye breves escenas en la pantalla de video y, sobre todo la presencia actoral de un presunto Bostock participando en el show con una flauta de madera, en una pantomima de Anderson, o a veces cantando partes claves (el joven Ryan O´Donnell, actor que protagonizó la versión teatral de "Quadrophenia" de The Who, fue una de las sorpresas del show).
Sin la presencia de los miembros originales (ya no están el guitarrista Martin Barre ni el tecladista John Evans), la nueva banda eufemísticamente llamada Jethro Tull's Ian Anderson está formada por músicos virtuosos que logran un sonido fiel al disco original en cada uno de sus instrumentos, con los teclados de John O'Hara como una de las bases para que Anderson pueda dedicarse de lleno a su múltiple función de cantante, flautista y showman ultrarockero, saltando de un lado al otro del escenario y adoptando su icónica postura de flautista apoyado en una sola pierna cada vez que el momento musical se lo permitía.
Dado que lo que se escuchaba era uno de los mejores discos de Jethro Tull, el teatro vibraba con los aplausos y ovaciones espontáneas de los fans.
Jethro Tull ya vino varias veces a la Argentina, incluso con Martin Barre (Pappo afirmó que fue la guitarra más fuerte que se escuchó nunca en el Gran Rex), pero estos 45 minutos del concierto del domingo mostraron como nunca el talento de Anderson y la dimensión e importancia de su mítica banda. Claro que luego hubo que viajar de vuelta al siglo XXI. Luego de pedir un intervalo "prostático" de 15 minutos, la banda volvió a escena con "Thick as a Brick 2" digna secuela del disco anterior, pero más larga y obviamente mucho menos conocida para los fans del grupo.
Con muchos temas excelentes, algunos pensados para el mayor lucimiento de los músicos actuales (especialmente el guitarrista Florian Ophale) por momentos el nuevo disco es una especie de reversión anfetamínica del original, en la que la parte narrativa sobre el Gerald Bostock adulto nunca cierra demasiado.
Fríamente aferrado a una noche de rock conceptual, Anderson tocó al pie de la letra sus dos "ladrillos" aun entendiendo que el segundo puede funcionar un poco anticlimáticamente, como ese tema nuevo de una vieja banda cuyo público sólo está interesado en escuchar sus hits clásicos. Sólo que este tema nuevo de Anderson dura más de una hora y se lleva la mayor parte de un show que tuvo como único bis el contundente "Locomotive Breath" del clásico álbum "Aqualung". Todo no se puede. Muchos hubieran preferido escuchar una versión mas sintética del extenso "Thick as a Brick 2" y mas clásicos de Jethro Tull. Pero eso hubiera sido más convencional que este extraordinario show.
Recital de Jethro Tull's: Ian Anderson. Ian Anderson (voz, flauta traversa, bouzouki), Florian Ophale (guitarra), John O´¨Hara (teclados), David Goodier (batería), Scott Hammond (bajo) y Ryan O´Donnell (voz, performance actoral).(Gran Rex 10 de marzo).
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