8 de abril 2019 - 00:00

Sorprende Netanyahu: planea anexar las colonias

La decisión, posible gracias al respaldo de Trump, terminaría definitivamente con la posibilidad de un Estado palestino. El premier busca ganar con una coalición más ultraderechista que la actual.

ALIADO. Simpatizantes del partido de derecha Likud hacen campaña en Jerusalén a favor de Benjamín Netanyahu disfrazados de Donald Trump.
ALIADO. Simpatizantes del partido de derecha Likud hacen campaña en Jerusalén a favor de Benjamín Netanyahu disfrazados de Donald Trump.

Jerusalén - Los palestinos expresaron alarma mientras los israelíes analizaban la gravedad de la repentina promesa electoral del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de anexar las colonias en la ocupada Cisjordania.

Algunos comentaristas israelíes vieron la promesa del líder de derecha, en vísperas de la elección de mañana, principalmente como un intento de quitarles votos a sus rivales ultranacionalistas que abogan por la anexión.

Pero tras años de resistir los pedidos de la extrema derecha para poner formalmente las tierras de Cisjordania capturadas en la guerra de 1967 bajo control israelí permanente, Netanyahu podría estar contando con el respaldo de su cercano aliado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para un cambio tan dramático.

“¿Quién dice que no lo vamos a hacer? Estamos en camino y lo estamos discutiendo”, dijo Netanyahu al Canal 12 al ser consultado sobre porqué no había extendido la soberanía israelí a las colonias en Cisjordania.

“Aplicaré la soberanía (israelí) sin hacer distinciones entre los (mayores) bloques de colonias y las implantaciones aisladas”, agregó.

Benny Gantz, exjefe del Estado Mayor y principal rival de Netanyahu, condenó estas afirmaciones.

El líder de la coalición centrista Azul-Blanco se preguntó, en una entrevista que acordó al sitio de información Ynet, por qué Netanyahu “no había anexado Cisjordania durante los 13 años en los que estuvo en el poder si esa era su intención”, y tachó las declaraciones de “irresponsables”.

Cuestionado sobre su posición, Benny Gantz dijo oponerse a cualquier decisión “unilateral”.

“Haremos todo lo posible para conseguir un acuerdo de paz regional y global, manteniéndonos fieles a nuestros principios”, explicó.

En marzo, Donald Trump rompió con décadas de consenso internacional al reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, territorio que Israel capturó a Siria. Esa determinación siguió al reconocimiento en diciembre de 2017 de Jerusalén como la capital de Israel y el traslado de la embajada estadounidense a la ciudad sagrada en mayo pasado.

Tomando las palabras de Netanyahu, los palestinos, que buscan la categoría de Estado en Cisjordania, Gaza y el este de Jerusalén, calificaron ese comentario como una violación de las leyes internacionales con respecto a territorios ocupados.

“Su declaración no responde solo al calor de una campaña electoral”, afirmó Hanan Ashrawi, una funcionaria de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). “Este es el fin de cualquier posibilidad de paz”.

Un portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), el grupo terrorista e islamista que controla la Franja de Gaza, afirmó que “la respuesta a los crímenes y tonterías (de Israel) serán enfrentadas por la resistencia popular, la resistencia armada y todas nuestras fuerzas”.

Pero el ministro de Educación israelí, Naftali Bennett, jefe del partido New Right y autor de un plan para anexar partes de Cisjordania, sugirió que Netanyahu simplemente busca votos. “Durante los últimos diez años, Netanyahu ha bloqueado la aplicación de la ley israelí a incluso un centímetro de tierra”, dijo vía Twitter.

Las colonias instaladas en los territorios palestinos ocupados por Israel desde 1967 son ilegales desde el punto de vista del derecho internacional y una gran parte de la comunidad internacional las ve como un gran obstáculo para la paz.

Su anexión podría significar la muerte definitiva de la solución conocida como de “dos Estados”, es decir la creación de un Estado palestino junto a Israel.

Más de 400.000 israelíes viven en las colonias en Cisjordania ocupada, y otros 200.000 residen en Jerusalén Este, sector palestino de la Ciudad Santa y anexado por Israel.

Los comicios de mañana se convirtieron en un plebiscito a favor o en contra de “Bibi”, el apodo de Netanyahu.

Aunque la lista del partido del primer ministro, el Likud, parece ser la favorita, el resultado es incierto.

Netanyahu, de 69 años, que gobernó el país durante más de 13, aspira a un quinto mandato amenazado por su rival, el general Benny Gantz, un novato en política.

Hasta el final de la campaña, los sondeos colocaron al Likud a la par de la lista centrista de Gantz y su partido Azul y Blanco.

Ambas listas obtendrían unos treinta escaños, lejos de la mayoría absoluta de los 61 escaños de los 120 que cuenta el parlamento, por lo que las alianzas serán clave.

Por el momento los sondeos dan a Netanyahu como favorito. Al frente de un Gobierno considerado como el más derechista de la historia de Israel, Netanyahu podría obtener un nuevo mandato con una coalición aún más a la derecha.

Agencias Reuters y AFP

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