20 de abril 2017 - 23:01

La Poppea de Monteverdi se corona en el Coliseo

• LA ÓPERA TENDRÁ DIRECCIÓN MUSICAL DE MARCELO BIRMAN Y PUESTA EN ESCENA DE MARCELO LOMBARDERO
Cecilia Pastawski y Santiago Bürgi, un matrimonio en la vida real, interpretarán respectivamente a la emperatriz consorte y a Nerón en esta nueva versión que sólo tendrá tres funciones a partir de hoy.

Cecilia Pastawski y Santiago Bürgi, un matrimonio en la vida real, interpretarán respectivamente a la emperatriz consorte y a Nerón en esta nueva versión que sólo tendrá tres funciones a partir de hoy.
Cecilia Pastawski y Santiago Bürgi, un matrimonio en la vida real, interpretarán respectivamente a la emperatriz consorte y a Nerón en esta nueva versión que sólo tendrá tres funciones a partir de hoy.
En el marco de los homenajes a Claudio Monteverdi, de cuyo nacimiento en Cremona se cumplirán en mayo 450 años, se podrá ver desde hoy su última ópera: "L'incoronazione di Poppea". La coproducción entre Nuova Harmonia y Buenos Aires Lírica contará con tres únicas funciones, hoy y el sábado 23 a las 20, y el domingo 23 a las 18 en el Teatro Coliseo. La dirección musical está a cargo de Marcelo Birman y la puesta es de Marcelo Lombardero; integran el elenco Cecilia Pastawski (Poppea), Santiago Bürgi (Nerone), Luisa Francesconi (Ottavia), Iván García (Seneca), Victoria Gaeta (Drusilla), Gloria Rojas (Arnalta) y Martín Oro (Ottone). Dialogamos con Pastawski y Bürgi.

Periodista: Pese a que son marido y mujer en la vida real, ésta es la primera vez que encaran los protagónicos de una ópera.

Santiago Bürgi: Compartimos muchas producciones pero nunca habíamos hecho de pareja ni compartido los protagónicos. Esta ópera es una oportunidad única, además estamos inaugurando un teatro, porque el Coliseo se está remodelando casi completamente.

Cecilia Pastawski: Conectarse en el trabajo, fuera de casa, es muy bueno. Sentimos que estos papeles nos quedan muy bien.

S.B.: Estamos intentando hacer las escenas con veracidad. Marcelo Lombardero dice que la relación entre Nerone y Poppea es de infidelidad, y tiene algo de trampa y de peligro que mi relación con Cecilia no tiene, porque es legal, así que hay que lograr el sabor de la trampa. Pero nos cuesta tanto que estamos mirando el reloj porque tenemos que ir a buscar a nuestros hijos al jardín.

P.: ¿Cuál era su contacto previo con la obra de Monteverdi, además del espectáculo "Bromas y Lamentos", con Lombardero?

S.B.: Siempre tuvimos una fascinación con este mundo. Uno está mucho más acostumbrado al clasicismo y al romanticismo, pero el mundo de la música antigua es mágico, y la gente que se dedica a eso es maniática de lo que hace. Y yo lo veo mucho más cercano a nosotros que Mozart, o Verdi, en el estilo musical la forma de componer y de interpretar: entra mucho en juego la improvisación, la creatividad, porque la partitura es simple y deja mucho librado al azar. Uno escucha tantas versiones como intérpretes hay, en cambio entre diez mil quinientos "Rigolettos" no hay mucha diferencia. Acá uno ve cómo se va construyendo la instrumentación, cómo se va probando y decidiendo los colores que se van a usar para cada afecto y cada momento. Como cantante es un desafío: acá, más que en ningún otro repertorio, la palabra toma fuerza, y uno debe ser libre y responsable.

C.P.: Antes de llegar a la ópera los dos cantamos música popular, Santiago rock y yo un poco de rock pero también jazz y canciones, y quizá por eso nos conectamos fácilmente con este repertorio.

S.B.: Muchas veces, cantando otro repertorio, uno está pensando en dónde poner tal nota, o cómo empastar tal sonido, que sea homogéneo o que pase la orquesta. Acá estoy recitando y cantando: nunca estoy pensando en las notas, o en dónde van a ir, sino en qué estoy diciendo, y el canto es un instrumento para eso. Si pudiera especializarme en este repertorio lo haría, porque es apasionante.

P.: ¿Qué se puede adelantar sobre la puesta en escena?

S.B.: Lombardero siempre dice que él es un director tradicional, porque busca contar una historia, algo que hoy en día no pasa mucho. Creo que está poniendo en primer plano el conflicto y el texto, y no está interfiriendo mucho con el libreto, que es maravilloso, y con la música, que lo es también. Se hicieron cortes para que la obra fuera llevadera para el público actual, está todo balanceado.

C.P.: Inclusive es una buena oportunidad para un primer acercamiento a la ópera, porque el resultado es muy dinámico.

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