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Lo que se dijo en el congreso (perlas de la sesión de Diputados sobre salideras)
La extensa sesión de Diputados que aprobó medidas de seguridad en bancos ofreció su mejor momento cuando chocaron Elisa Carrió y Miguel Pichetto sobre las responsabilidades de Gobierno y oposición (antes, Gobierno) en la malandanza de hoy. Brindamos ese chispeante cruce que sacó a la tediosa sesión de la adormidera de los discursos:
Elisa Carrió (Coalición Cívica, Capital Federal): Algunos quieren discutir el tema de Papel Prensa, pero nosotros queremos discutir la inseguridad. Estamos debatiendo el problema de la inseguridad, y creo que eso es bueno para la sociedad. En el año 1999, a raíz de algunos hechos criminales, hubo un debate similar a éste. En la sesión del 9 de junio de ese año, el Gobierno era menemista, se discutió la reforma al Código Procesal Penal. Los discursos eran casi idénticos. El actual presidente del bloque oficialista del Senado, senador Pichetto, en ese momento hablaba del aumento de las penas e, incluso, de la pena de muerte. De modo que no es desde este lado que surge la reacción. Tengo en mi poder el debate, donde justamente decíamos que la cuestión no tenía solución represiva.
Estoy hablando del año 1999. Nilda Garré decía que había que hacerse cargo de la droga, del narcotráfico, de las bandas organizadas en el conurbano bonaerense y que existían zonas liberadas. Éste era el discurso de la actual ministra de Defensa, ex diputada nacional del Frepaso. Once años después se repite la historia: han crecido las zonas liberadas, las bandas, la delincuencia, y mejor es no instalar el problema, porque, si no lo hacemos, no hay problema; que se muera la gente mientras esto no le traiga costos al poder. Perverso, cruel, inmoral.
Esta norma es sencilla. La seguridad no es un problema de aplicación de penas, sino de gestión social y política. Discrepo del extraordinario discurso de la miembro informante de mi bloque, la diputada Griselda Baldata, en el sentido de que no hay política. ¡Claro que hay política! No hacer nada y desbaratar los órganos es hacer política. La política del ex ministro Aníbal Fernández era favorecer el delito no haciendo nada. Ésa fue la política. (Aplausos.) A tal punto que Lanata, detenido por el crimen de General Rodríguez, pertenece a su grupo político. A tal punto que Giancristóforo, que es quien en el RENAR le dio las armas a Forza, forma parte de su grupo político, y es el hijo de Giancristóforo que metió en el freezer al que mató Villordo en Quilmes. Claro que hay una política: zona liberada, señor presidente. (Aplausos.)
Agustín Rossi (Frente para la Victoria, Santa Fe): El jueves de la semana pasada, cuando llegué a mi casa en Rosario, estaba cenando y prendí el televisor. Allí la vi, como no podía ser de otra manera, a la diputada Carrió en TN. En un momento les dijo a los periodistas: «¿Ustedes no pueden creer que un ministro de Seguridad pueda ser radical?». No sé por qué los radicales no pueden tener ministro de Seguridad. Siguió diciendo: «La ministra de Seguridad tiene que ser alguien como Patricia Bullrich, que viene del peronismo». Entonces yo dije: «Pobre Patricia, el destino que le dieron».
Lo que ocurre es que Patricia, además de increpar, insultar y descalificar al ministro Aníbal Fernández, en su alocución ha demostrado que tiene algunas ideas alrededor de la política de seguridad. La pregunta es la siguiente: ¿por qué no las aplicó cuando estuvo en el Gobierno? (Aplausos.)
Lo mismo cuando se habla de financiamiento político de la política mediante los dineros en negro que existen y los financiamientos ilícitos. ¡Existe! No es ningún agravio.
¿Existe algo peor que un presidente repartiendo la plata en el despacho presidencial, dándosela a un secretario para financiar la operación de la Banelco? (Aplausos.)
¿Existe un hecho peor en la historia política argentina de financiamiento ilegal, de plata en negro, que el que se efectuó con la operación de la Banelco?
(Varios diputados hablan a la vez.)
A. Rossi: ¡No me griten del PRO, miren que no dije nada y tenía mucho para decir del tema seguridad, así que tranquilos! Cuando se habla de este tipo de situaciones, intentando descalificar mediante un debate que naturalmente venía encauzado por una senda bastante normal, en la que cada uno daba su aporte alrededor de la problemática de la seguridad, me parece que hay que hablar con las espaldas bien anchas. Hay algunos que hablan y hablan y estuvieron en el poder cuando sucedieron las cosas que quedaron emblematizadas en la política argentina.
Cuando se hablaba de lo que tenía que hacer un secretario o un ministro de Seguridad con la Policía, supongo que no se habrá estado pensando en Enrique Mathov, porque por culpa de él murieron muchos argentinos en la Plaza de Mayo los días 19 y 20 de diciembre de 2001.
Entonces, considero que en este tipo de cuestiones hay que ser lo suficientemente prudente a la hora de mencionar cada una de las cuestiones.
Nosotros queremos decir con absoluta claridad que no es necesario hablar todos los días de seguridad para resolver los problemas de la inseguridad. Esto lo demostré cuando especifiqué y aclaré lo que pasó con los secuestros extorsivos en la Argentina. Sí es necesario tener políticas públicas que disminuyan permanentemente la desigualdad social y que generen un clima de mejoría en la calidad de vida del conjunto de los argentinos.
Más allá del esfuerzo del señor diputado Aguad, que reconocemos, valoramos y respetamos, estamos convencidos de que nuestro Gobierno ha mejorado la calidad de vida de todos los argentinos durante estos siete años. (...) Cuando se presentó el problema de Blumberg, resolvimos el tema como lo acabo de demostrar. En la Argentina de hoy no hay secuestros extorsivos, y este problema de las salideras bancarias también lo vamos a resolver, llevando a cada uno de los rincones de la Argentina mejor calidad de vida y mayor seguridad para todos los argentinos. (Aplausos.)
E. Carrió: ¡Solicito la palabra por haber sido aludida!
Quiero hacer una breve acotación. Es cierto que yo voy a los programas de televisión, pero he visto siempre muy excitados a los oficialistas yendo a los mismos programas. También he visto a la Presidenta llegar con un ejército, llamando a los productores para que le den un lugar privilegiado, que a veces yo tenía desde hace quince años. Nunca di mi voto para que se sancione una ley a favor de Clarín, como sí lo hizo ese bloque cuando se trató la ley de bienes culturales con Cristina Kirchner en el Senado. (Aplausos.) En segundo término, quiero recordar que fui disidente de la Alianza en diciembre de 1999 y que voté a favor del juicio político al ex ministro Flamarique. Quien votó en contra de ese juicio político fue Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque del Frente para la Victoria en el Senado de la Nación, porque ellos tampoco querían inventariar las coimas. En tercer lugar, fui autora del proyecto de ley que establecía limitaciones a los fueros de los legisladores junto con Cristina Kirchner, norma que permitió que los senadores fueran a juicio y siguiera la investigación. ¿Sabe el señor presidente quién no votó aquella iniciativa? Cristina de
Kirchner; era autora del proyecto, pero no quiso votar. Es raro, ¿verdad? Por último, si bien es mejor no hacer alusiones personales, quiero decir que toda esta fuerza, siempre que votó en contra de una iniciativa en la época en que era Gobierno, lo hizo por principios. En cambio, ustedes votan como obsecuentes porque son oficialistas. (Aplausos.)
Oscar Aguad (UCR, Córdoba): Simplemente quiero desmitificar el tema. Sé que no va a gustar lo que voy a decir. No creo en la Banelco (Risas.); de todas maneras, si fuera cierto, los coimeados eran todos senadores peronistas.
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