El Pontífice hizo estas manifestaciones durante la misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, en la que se refirió a la parábola de los labradores malvados, del Evangelio de Mateo y a los tres modelos de cristianos en la Iglesia: los pecadores, los corruptos y los santos.
Francisco señaló que de los pecadores no es necesario hablar demasiado, "ya que todos lo somos, nos conocemos desde adentro y sabemos qué cosa es un pecador y si alguno de nosotros no se siente así, que vaya a la consulta de un médico espiritual".
El Obispo de Roma añadió que la parábola habla de otra figura, la de aquellos que quieren adueñarse de la viña y han roto relaciones con el dueño de ella, "un patrón (Dios) que nos ha llamado con amor, nos custodia y nos da libertad; pero esas personas se sienten fuertes y autónomas de Dios".
"Esas personas, poco a poco han roto esa relación con Dios y dicen: 'Nosotros no necesitamos a ese patrón, que no venga a molestarnos". Esos son los corruptos, aquellos que eran pecadores como todos nosotros, pero han dado un paso adelante, se han consolidado en el pecado", aseguró Francisco.
Agencias EFE, ANSA y AFP |
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