6 de marzo 2013 - 00:00

Murió en París Jérôme Savary

Jérôme Savary, argentino de nacimiento, cumplió un papel importante en la escena francesa de las últimas décadas.
Jérôme Savary, argentino de nacimiento, cumplió un papel importante en la escena francesa de las últimas décadas.
París - El director de teatro Jérôme Savary, nacido en la Argentina pero radicado desde hace décadas en París, murió el lunes por la noche debido a un cáncer. Savary, que tenía 70 años, era considerado uno de los «enfant terribles» de la escena francesa y dirigió numerosos teatros. A menudo, sus puestas saltaron a los titulares a causa de su ironía y su capacidad para romper con los tabúes.

En 1965 fundó junto a Fernando Arrabal y Alejandro Jodorowsky el Grand Théâtre Panique, del que tres años después emergió el Grand Magic Circus, con el que Savary se hizo rápidamente un nombre. «Se trató de un director apasionado, que tuvo sensibilidad para lo espectacular», afirmó en un comunicado el presidente de Francia, Francois Hollande.

Savary dirigió el Teatro Nacional de Chaillot (1988-2000) y la Ópera Comique (2000-2005) en París, donde puso en escena desde comedias musicales, como «Cabaret», en 1997, y «La Leyenda de Jimmy»,en 1990, hasta obras de dramaturgos clásicos como Aristófanes, William Shakespeare y Bertolt Brecht. También de Julio Verne, a quien admiraba, y cuyo «Viaje al mundo en 80 días» llevó a las tablas. Creó exitosas versiones de «La flauta mágica» (1985) y la opereta «La vida alegre», en 1983. El último espectáculo que presentó en París, el año pasado, fue «La fille à marins», una minicomedia musical en la que participaron sus amigos, y donde el papel principal fue interpretado por su propia hija, Nina.

Junto al español Quim Monzó escribió «El tango de Don Juan», que estrenó en Barcelona. Fue nombrado caballero de la Legión de Honor francesa y distinguido con la Orden de las Artes y de las Letras. Sus puestas de teatro, óperas, operetas y musicales como «Carmen», «El ángel azul» o «Madre coraje» eran coloridas, irónicas, chispeantes y veloces. «Fue un director extremadamente original, lleno de fantasía e ideas nuevas», dijo el cineasta y actor Robert Hossein.

Antes de asumir la dirección del Théâtre National de Chaillot de París y de la Opéra Comique se ganó la vida de joven con la música jazz en Nueva York. Luego subsistió en la capital francesa como dibujante de comics, autor de fotonovelas y chofer.

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