15 de agosto 2017 - 23:26

Ni lento, ni manipulado, el escrutinio fue mejor que en 2013

• LUEGO DE LAS GRAVES ACUSACIONES DE LA EXPRESIDENTA, VIDAL RETRUCÓ CON CONTUNDENCIA
La conclusión surge de la comparación con los recuentos provisorios de las dos elecciones anteriores, fiscalizadas por funcionarios kirchneristas y del análisis de expertos en transparencia electoral.

Escrutinio provisorio. Los cuestionamientos de Unidad Ciudadana apuntaron al Centro de Cómputos desde donde se habrían manipulado los datos de las Primarias. El Gobierno negó enfáticamente la denuncia.
Escrutinio provisorio. Los cuestionamientos de Unidad Ciudadana apuntaron al Centro de Cómputos desde donde se habrían manipulado los datos de las Primarias. El Gobierno negó enfáticamente la denuncia.
Analizar un proceso electoral al calor de los resultados -sobre todo cuando las diferencias entre primero y segundo son tan estrechas como las que se dieron en la elección bonaerense- puede ser engorroso y hasta inconveniente. Así lució el discurso de la candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina de Kirchner, quien esperó hasta que los números la colocaran al borde del empate cerca de las cuatro de la mañana, para subir al escenario del búnker montado en el Club Arsenal, acusar al Gobierno de "secuestrar los votos" y tildar de "bochorno" la demora en el escrutinio provisional, adjudicándose la victoria ante centenares de militantes enfervorizados.

Las repercusiones continuaron por la mañana cuando la gobernadora bonaerense, pieza clave en la tracción de votos a favor de los candidatos de Cambiemos, retrucó los dichos de la expresidenta al rechazar de plano las supuestas irregularidades en la carga de datos durante el recuento provisorio. "No sucedió nada distinto de lo que ocurrió en las dos PASO anteriores (donde no gobernamos nosotros) en cantidad de mesas cargadas y horario de carga", señaló María Eugenia Vidal. La polémica se recargó más tarde con la judicialización del tema (ver recuadro página 10) y con una conferencia de prensa en la que el exdirigente radical Leopoldo Moreau levantó la apuesta enfatizando que el Gobierno "retuvo los datos que le daban el triunfo a Cristina", lo que le permitió arribar a la temeraria conclusión de que "la democracia fue manipulada". En este sentido, explicó: "Ha habido una alteración en la carga de los datos para construir una realidad ficticia pero que en el registro electrónico del escrutinio ha dejado sus huellas".

La polémica tiene dos aristas. Una es, claramente, política y quedó al descubierto con las declaraciones de los representantes de Unidad Ciudadana, que defendieron el resultado obtenido por su candidata sin reparar adecuadamente en la veracidad de sus argumentos. El otro aspecto es estrictamente técnico y se despieza con la respuesta a las preguntas que muchos ciudadanos se formularon luego de presenciar la secuencia denunciativa del kirchnerismo: ¿hubo irregularidades o anomalías en el escrutinio?¿se puede manipular una elección de estas características, aminorando el ritmo de la carga de votos para evitar la admisión de un resultado antes del cierre del recuento?

Argumentos refutados

Una de las objeciones de los representantes de Unidad Ciudadana se centró en la cantidad de votos con los que se dio por finalizado el escrutinio provisorio. A las 5:40 del lunes la carga de datos quedó congelada en el 95,68% del total de los sufragios, cifra que, si se compara con la obtenida en la Primaria de 2013 (última de similares características a la de este domingo), es casi un punto más alta, ya que en aquella oportunidad se llegó a contabilizar el 94,75%. "Nunca se completa la totalidad de los votos, ya que existen márgenes que no se resuelven durante este proceso que, como bien lo dice su propia definición, es provisional", aseguró un experimentado exfuncionario que trabajó durante años en la Dirección Nacional Electoral, consultado por Ámbito Financiero.

El frente opositor cuestionó también la supuesta desaceleración que sufrió el conteo durante la madrugada, "inducida" por la "orden gubernamental" de no modificar un resultado que, hasta ese momento, favorecía al oficialismo. Solo comparando los ritmos de carga de las mismas dos Primarias, se concluye que la denuncia es poco consistente. Mientras en 2013 había un 44,71% de los votos cargados a la medianoche, el domingo para esa hora ya se habían incorporado al sistema un 58,08% de los sufragios emitidos. El monitoreo comparado de los tiempos de carga entre ambas Primarias permite visualizar que en esta oportunidad entre las 3 y las 5:40 de la mañana (momento en el que se interrumpió el escrutinio) se ingresó el 2% de los votos, mientras que en 2013 en ese mismo lapso apenas se cargaron exactamente la mitad (1%).

Por último, Unidad Ciudadana planteó que hubo anomalías en los porcentajes de aquellos lugares donde se detuvo el escrutinio, para favorecer a los candidatos de Cambiemos "priorizando" la carga de aquellas urnas provenientes de localidades donde el oficialismo se imponía. "Esto es prácticamente imposible ya que los datos se cargan mediante un sistema informático que no permite discriminar qué lugares se incorporan primero, algo que la expresidenta sabe muy bien porque ya se le explicó cuando en 2013 y en 2015 la oposición de entonces formuló denuncias de similar tono", dijo el analista. Y completó: "Técnicamente este proceso fue mejor que el que le tocó fiscalizar al Gobierno anterior, no se puede afirmar tan livianamente que esto nunca había ocurrido porque sí pasó y fue mucho más grosero en 2013 y en 2015 que en esta oportunidad", finalizó el analista.

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