28 de mayo 2009 - 00:57

“No estoy cómodo en el oficialismo ni en oposición”

• Diálogo con Martín Sabbatella, candidato a diputado nacional bonaerense por Nuevo Encuentro

Para Sabbatella, el progresismo es la fuerza alternativa a las estructuras partidarias tradicionales que, para él, están agotadas.
Para Sabbatella, el progresismo es la fuerza alternativa a las estructuras partidarias tradicionales que, para él, están agotadas.
Buenos Aires - El candidato a diputado nacional por Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, está convencido de que el 28 de junio hará una buena elección y que ese resultado le permitirá al partido que encabeza iniciar de cara a 2011 la construcción de «un sueño colectivo a futuro». El intendente de Morón (pidió licencia para la campaña y renunciará en diciembre, gane o pierda) asegura que su ventaja respecto de las fuerzas que polarizan hoy la intención de voto es la buena gestión que llevó a cabo durante dos períodos en ese municipio del primer cordón del conurbano bonaerense.

Defiende la idea de fortalecer el progresismo y, a pesar de que comparte muchas acciones del Gobierno de los Kirchner, reniega de las contradicciones políticas y recalca la necesidad de terminar con las estructuras partidarias tradicionales. Veamos el diálogo que mantuvo con Ambito Nacional:

Periodista: ¿Es optimista respecto del resultado de la elección?

Martín Sabbatella: Vamos a hacer una buena elección. No hay elementos para pensar que no vayamos a ganar. Nacimos para quedarnos como fuerza. Nuevo Encuentro nace para construir un sueño colectivo a futuro.

P.: En este momento en el que el kirchnerismo parece haberse agotado, la opción de centro no parece tener ventajas frente a la derecha, que es la que avanza...

M.S.: Las coaliciones de Francisco de Narváez, Mauricio Macri, Felipe Solá, y la de Elisa Carrió y Gerardo Morales reciclan el bipartidismo. Ven que hay un nicho por derecha y salen corriendo a ocuparlo. Esta oposición propone claramente volver al pasado y el oficialismo se resigna a los límites del presente. En ese esquema nuestro partido no entra, y por eso proponemos una mirada progresista y popular con absoluta independencia de los dispositivos existentes. Acompañamos lo que creemos que está bien, criticamos lo que está mal, y proponemos lo que creemos que falta.

P.: ¿En qué posición está Nuevo Encuentro?

M.S.: No nos sentimos cómodos ni en el oficialismo ni en la oposición, pero reconocemos que hay un debate inaugurado en 2003 que marca una dirección distinta de la década del 90.

P.: Resulta llamativo que hoy enfrente a Néstor Kirchner, pero que apoye muchas de sus acciones de Gobierno...

M.S.: Siempre estuvimos fuera de ese dispositivo, siempre planteamos autonomía. Estamos de acuerdo con la renovación de la Corte, con la política de derechos humanos, y con la recuperación de las jubilaciones estatales. Esto significa que compartimos la pincelada gruesa, pero vemos que es insuficiente porque empieza a generar políticas que son contradictorias y eso no tiene un pelo de renovación política. Con el Gobierno tengo claras y profundas diferencias.

P.: ¿Qué propone usted?

M.S.: Profundizar las políticas distributivas y avanzar hacia un blindaje social urgente. El desafío de mi campaña es presentar la idea y hacer un balance de gestión de lo que hemos hecho en la intendencia. Morón era la capital de la corrupción, el paradigma de la corrupción menemista en Buenos Aires, y hoy está reconocido como uno de los pocos municipios con políticas innovadoras en políticas públicas, por la lucha que dimos contra la corrupción, por la transparencia de gestión pública, por la participación ciudadana, y el libre acceso a la información. Construimos una cultura política democrática y ciudadana distinta.

P.: Durante el conflicto con el campo usted compartió el escenario junto a Néstor Kirchner en el acto que se hizo en el Congreso, y eso fue muy cuestionado.

M.S.: Conversé y discutí esto con mucha gente. Estamos de acuerdo con que el Estado pueda apropiarse de una rentabilidad extraordinaria de algún sector en determinado momento. Pero debe ser segmentado: no es lo mismo el productor pequeño que los grandes pools de soja. Nuestra principal preocupación son los trabajadores rurales pequeños, del interior. No segmentar es injusticia. El Estado tiene que estar presente para garantizar que ese crecimiento sea para todos.

P.: Pero ése fue claramente un acto político.

M.S.: Yo estoy en la misma posición que siempre respecto del kirchnerismo. Nunca fuimos kirchneristas, nunca fuimos en una misma estructura, fuimos siempre a elecciones solos, siempre con corte de boleta. Sí, fue un acto político que defendía el rol del Estado.

P.: ¿Comparte el concepto de que si no gana el oficialismo existe el riesgo de que se reedite la crisis de 2001?

M.S.: No me parece bueno dramatizar la elección de medio término. Sí me parece que hay una oposición irresponsable. Hay un oficialismo que dramatiza, y está mal.

P.: Volviendo a las contradicciones del kirchnerismo, ¿podría mencionarlas?

M.S.: Las contradicciones son, por ejemplo, alguien que se sube hoy a un tren y piensa en que sus padres se han podido jubilar por fin, algo que antes no pasaba tan fácilmente. Pero a la vez esta persona escucha por los parlantes que el tren no anda y por la radio que es prioridad para el Gobierno el tren bala. Es una locura, porque este ciudadano que está de acuerdo con algunas medidas como la jubilación, se pregunta por qué es prioridad el tren bala si no puede ir a trabajar porque el tren no anda. Lo mismo que con el INDEC: vas a comprar papas, te dicen que no aumentaron y en la verdulería cuestan el doble.

P.: Esas contradicciones no son privativas del kirchnerismo...

M.S.: No, claro. Fíjese: el radicalismo, que siempre dijo que estaba de acuerdo con la jubilación estatal, después no vota la recuperación de las jubilaciones que estaban en manos de las AFJP. Actuar por conveniencia y no por convicción les hace muy mal a la calidad de la política y a la democracia.

Entrevista de Florencia Arbeleche

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