13 de julio 2016 - 00:00

Obama: “Ninguna institución de EE.UU. es inmune al racismo”

COMPAÑEROS. De izquierda a derecha, Laura Bush, George W.Bush, Michelle Obama y Barack Obama, en el funeral de Dallas.
COMPAÑEROS. De izquierda a derecha, Laura Bush, George W.Bush, Michelle Obama y Barack Obama, en el funeral de Dallas.
 Dallas - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró ayer que "nadie es enteramente inocente" y que "ninguna institución es completamente inmune", incluyendo a la Policía, de los prejuicios raciales que aún subsisten en el país, durante un servicio multirreligioso en honor a los policías fallecidos en Dallas.

"Sé que los estadounidenses están sufriendo por lo que pasó en los últimos días. Aunque sabemos que estas divisiones no son nuevas y que fueron peores en un pasado reciente, nos preguntamos si van a poder ser saldadas algunas vez", planteó Obama ante un teatro abarrotado de familiares y amigos de las víctimas y de funcionarios de todo el país. "Pero debemos rechazar esa desesperanza. Estoy acá para insistir en que no estamos tan divididos como parece", agregó el mandatario en su discurso, que fue transmitido en vivo por las cadenas de TV locales y por la página web de la Casa Blanca.

Obama visitó ayer la ciudad de Dallas junto con su esposa, Michelle, el vicepresidente, Joe Biden, el expresidente, George W. Bush, y los dos senadores por el estado de Texas, el veterano John Cornyn y el exprecandidato republicano a la Casa Blanca, Ted Cruz. Las fotos de los cinco policías asesinados el viernes por un francotirador durante una protesta por un caso de gatillo fácil fueron expuestas durante el acto.

Obama también reivindicó el trabajo de los policías en todo el país y en especial en Dallas, pero hizo hincapié en que el racismo y "los prejuicios no desaparecieron cuando la segregación legal terminó en Estados Unidos, en los años 60. "Nadie es enteramente inocente, ninguna institución es completamente inmune y eso incluye a nuestros departamentos de Policía", sostuvo el mandatario. Se trató de la peor masacre de uniformados desde el 11-S.

Una y otra vez, Obama vinculó los casos de gatillo fácil de policías blancos contra jóvenes negros -sólo en la última semana se registraron dos, uno en Luisiana y otro en Minnesota- con el ataque del viernes pasado dirigido contra miembros de la Policía de Dallas. "No soy ingenuo", aclaró el mandatario tras hacer un llamado al diálogo y la unidad nacional. "He hablado en demasiadas ceremonias como está en el curso de mi Presidencia. Abracé a demasiadas familias que perdieron a sus seres queridos".

Más temprano, Obama anunció que hoy se reunirá en la Casa Blanca con representantes de la sociedad civil y policías para tratar la violencia en el país. Al respecto, escribió en Facebook en el encuentro debatirá sobre "cómo salir adelante juntos" y hablará de las formas de "garantizar la seguridad y a su vez la justicia para todos los estadounidenses".

Agencias EFE, Reuters y DPA

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