21 de febrero 2013 - 00:00

Optimista, Rajoy celebró que España evitó el “naufragio”

Mariano Rajoy procuró inyectar un mensaje optimista y rechazó renunciar.  El escándalo de la financiación ilegal del Partido Popular llegó a amenazar su estabilidad en el cargo, pero  el voltaje de la denuncia perdió alguna intensidad en los últimos días.
Mariano Rajoy procuró inyectar un mensaje optimista y rechazó renunciar. El escándalo de la financiación ilegal del Partido Popular llegó a amenazar su estabilidad en el cargo, pero el voltaje de la denuncia perdió alguna intensidad en los últimos días.
Madrid - Mariano Rajoy ofreció ayer un discurso triunfalista en el que celebró haber evitado el "naufragio de España", en el debate parlamentario más importante desde que asumió, hace catorce meses. En un contexto de crisis financiera, desempleo astronómico y denuncias de corrupción, la alicaída oposición socialista le reclamó la renuncia.

"España superó en 2012 los peores riesgos financieros y amenazas económicas que conoció en los últimos años", indicó el jefe de Gobierno conservador en su primer debate sobre el Estado de la Nación en el Parlamento.

Rajoy encaró decidido la tribuna del Congreso: "Hemos cumplido una doble tarea: evitar el naufragio que amenazaba a nuestro país e iniciar las reformas que necesitábamos", insistió el jefe del Ejecutivo, en referencia a los planes de ajuste y reformas implementados con fuerte presión de la Unión Europea.

Al tomar la palabra, el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Ru-balcaba, cuya popularidad es aún más baja que la del gobernante del Partido Popular (PP), advirtió que la situación de España es actualmente "explosiva", ya que a la "recesión, desempleo, desigualdad" se sumó el escándalo de corrupción en el PP.

"¿Cree que se puede gobernar un país en crisis pendiente cada mañana que a Bárcenas (en referencia al extesorero del PP Luis Bárcenas, procesado por corrupción) le dé un ataque de sinceridad? No, por eso le pido que dimita", dijo Rubalcaba en su cara a cara con Rajoy (ver aparte).

"Todo está peor que hace un año, la incertidumbre de entonces es desesperación", aseguró el jefe de la oposición. Tras quince meses, España está "empobrecida, indefensa y entristecida", el país que salga de la crisis "será más injusto, más pobre y más inhumano", subrayó.

Rubalcaba afirmó que el líder del PP destruyó con su reforma laboral "cientos de miles de empleos" y los "consensos sociales básicos", y por eso "ahora uno de cada dos jóvenes está en paro (desocupado)".

A su turno de réplica, Rajoy le respondió que no va a renunciar porque, a diferencia del PSOE, su partido "no fue condenado por financiación ilegal". "Nos dirigíamos a toda velocidad a una práctica suspensión de pagos", había argumentado el jefe del Ejecutivo durante su discurso inicial, antes de ofrecer una "buena noticia": "A falta de datos de diciembre, la balanza de pagos ya ha tenido superávit. No hay necesidad de financiación exterior", añadió.

Ante este dato, Rubalcaba le espetó que si la balanza comercial se equilibró, es porque "disminuyen las importaciones", porque el país "está en recesión y no produce".

Rajoy abrió el debate con la cifra de desempleados que tiene el país: 5.965.400.

Mencionado ello, Rajoy intentó trasladar el mensaje de que pese a la herencia recibida y a las dificultades, España ya superó lo peor y está saliendo de la crisis. Aunque reconoció que no le fue posible cumplir con sus promesas electorales, insistió en que no se arrepiente de sus decisiones porque "cumplió con su deber".

En ese sentido, el líder socialista le recriminó que actuó por "pura ideología". "Nada de esto era inevitable", subrayó Rubalcaba, tras recordar que la política de sanidad y educación del PP crea desigualdades.

En medio de su discurso, Rajoy anunció una nueva batería de medidas contra el desempleo, entre ellas que a partir de enero de 2014 los autónomos y pymes no tendrán que pagar el IVA hasta que hayan cobrado las facturas.

También explicó que hasta que el desempleo no baje del 15%, "se favorecerá la contratación a tiempo parcial de menores de 30 años", con una reducción de los aportes del 75% y el 100%.

Finalmente, el gobernante dejó claro que no cederá ante el desafío separatista de Cataluña -región que planea celebrar un referendo de independencia en 2014, recordando que está dispuesto a negociar, pero cumpliendo con la Constitución española, que sostiene que la nación es indivisible.

Sobre esta cuestión, Ru-balcaba acusó a Rajoy de haber "jugado con fuego, agitando la hoguera del anticatalanismo", y a cambio se mostró favorable a emprender reformas en la Constitución para abordar los problemas territoriales.

Rubalcaba y Rajoy protagonizaron la mayor parte del largo debate, en el que todas las fuerzas políticas plantaron fuertes críticas al presidente del Gobierno, entre ellas el grupo de la Izquierda Plural y los nacionalistas e independentistas catalanes.

Agencias AFP, DPA y Télam

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