"Es el momento de pensar en grande", afirmó Bachelet durante la presentación de su programa, en un pequeño teatro de Santiago, a 21 días de las elecciones del 17 de noviembre.
El fortalecimiento del papel del Estado es el planteamiento central del programa de Bachelet, que consta de un total de cuarenta ejes que suponen un nuevo ciclo político y social que según la exmandataria, debe construirse "colectivamente".
Unos 200 dirigentes de la coalición Nueva Mayoría asistieron a la presentación del programa en un pequeño teatro de barrio de Santiago.
La creación de los ministerios de la Mujer y de Asuntos Indígenas, una subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, el voto de los chilenos en el exterior y un fondo de pensiones estatal son otros de los puntos contenidos en el programa de Bachelet.
También el programa prevé la creación de unos 650 mil puestos de trabajo en cuatro años y un salario mínimo de 250 mil pesos mensuales (unos 500 dólares al cambio actual).
La exmandataria, amplia favorita de las encuestas para cumplir un nuevo mandato presidencial, manifestó también la necesidad de debatir sobre el matrimonio homosexual, un tema sobre el que hay discrepancias en la Nueva Mayoría, la coalición de centroizquierda que respalda su candidatura.
Asimismo, promete despenalizar el aborto en casos de inviabilidad del feto, violación y riesgo de vida para la madre.
"Convocaremos a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley en esta materia", dice el texto del programa, que fue aplaudido de inmediato, en una declaración pública, por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Bachelet, que fue criticada por la demora en presentar su programa por los demás candidatos a la presidencia de Chile, dijo que el documento tardó "porque es participativo" y no confeccionado "entre cuatro paredes".
Subrayó que el programa "está pensado para abrir un ciclo histórico en nuestro país" y que en su conglomerado político "tenemos la voluntad de dialogar, de ser diversos, de incluir sin que nadie quede afuera, sin que nadie quede atrás".
En ese contexto, planteó la necesidad de una nueva Constitución, "que se haga cargo de los cambios" de las últimas décadas, que refleje "el Chile de hoy" y que establezca "una nueva relación entre el Estado y los ciudadanos".
Bachelet no mencionó con qué mecanismo será elaborada la nueva carta magna, y no hizo alusión alguna a la asamblea constituyente que promueven algunas organizaciones políticas y sociales. El texto de su programa se limita a anunciar que será en "un proceso democrático, institucional y participativo, que permita alcanzar este propósito".
Ello, bajo la premisa de escuchar "todos los puntos de vista" y que el Ejecutivo y el Legislativo "concuerden criterios que permitan dar cauce institucional y legal" al nuevo texto constitucional.
Con varias modificaciones a través de los años, la Constitución que rige actualmente en Chile es la que la dictadura militar impuso al país en 1980 en un plebiscito que la oposición de entonces calificó de "fraudulento" porque no había registros electorales ni tampoco libertad de expresión y prensa.
Sobre la reforma educativa, la exdirectora de ONU Mujer dijo que abarcará todos los niveles, "desde la educación parvularia, la general, la superior universitaria y técnica profesional, sin lucro e integradora".
La educación, remarcó, es un derecho social y no un bien de consumo" y se preguntó a renglón seguido: "si es un derecho social, ¿por qué debe depender de lo que uno puede pagar?".
La reforma de Bachelet apunta a una gratuidad universal de la enseñanza, que en el nivel universitario se llevará a cabo de forma gradual, en un plazo de seis años.
Matiza, no obstante, que el Estado continuará respetando la existencia de un sistema educativo mixto, aunque los colegios que reciban recursos públicos no podrán cobrar aranceles a sus alumnos.
El costo del programa es inferior en casi 2.000 millones de dólares al que lanzó a principios de mes la candidata oficialista Evelyn Matthei, quien figura muy por debajo en segundo lugar en los sondeos.
Del total de los 15.100 millones de dólares que costará el programa de Bachelet, una amplia reforma tributaria -que financiará los cambios en educación- aportará 8.200 millones de dólares, "sin la cual resulta inviable plantearse el conjunto de transformaciones propuestas", dijo la candidata.
Las otras fuentes de financiamiento del programa corresponden a la disponibilidad de recursos del balance del Gobierno central, que el equipo económico de la exmandataria ha calculado en 4.700 millones de dólares y reasignaciones presupuestarias por 2.200 millones de dólares.
Agencias EFE, DPA y Reuters, y Ámbito Financiero |
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