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Proyecciones complicadas
Lentamente avanza la cosecha en EE.UU. luego de algunos días sin lluvias, con rindes elevados, aunque dispares. Aún no hay certezas respecto de los posibles daños, mermas de rendimiento o pérdidas de área por efecto de los excesos hídricos. Hay analistas que consideran que el USDA debería corregir a la baja las perspectivas de rinde, pero de todos modos la cosecha de maíz será muy superior a la del año pasado. Los rindes de soja serían los más expuestos a los excesos hídricos en la última parte del ciclo. En los últimos días, en un contexto de presión bajista por el avance de la cosecha en Chicago, las dudas sobre los rindes sostienen las cotizaciones.
Los precios en el MATBA para la nueva cosecha, en consecuencia, siguen flojos, y complican las proyecciones, especialmente en trigo, donde los stocks internacionales y locales son holgados. Las proyecciones para el trigo son de quebranto tanto en campo propio como arrendado. En campo propio, el quebranto sólo puede revertirse con buenos rindes en la soja de segunda.
En las proyecciones del cuadro para siembras en campo propio, el rinde de indiferencia en trigo para cubrir la totalidad de los costos (directos y de estructura) es del orden de 41 qq/ha y para la soja de 2ª es de 16 qq/ha. Para el para el maíz, en tanto, los rindes de indiferencia proyectados son de 60 qq/ha, para el girasol de 15 qq/ha y para la soja de 1ª de 23 qq/ha.
Para siembras en campo arrendado, para un valor de arriendo estimado en 10 qq/ha de soja, los rindes de indiferencia para trigo se ubican en el orden de 52 qq/ha, en 21 qq/ha para soja de 2ª, en 79 qq/ha para maíz, en 21 qq/ha para girasol y en 31 qq/ha para soja de 1ª.
En la zona se espera un leve aumento de la superficie a sembrar con maíz, y un leve aumento de la superficie con girasol. La superficie de soja disminuiría en similar medida.
Ya se había iniciado la siembra de los primeros lotes de maíz de 1ª, que debió suspenderse hace unos días por falta de humedad en el suelo. Al cierre de esta nota había pronósticos de lluvias inminentes.
Los rindes de indiferencia proyectados para siembras en campo propio son factibles de alcanzar y superar con clima normal. Para siembras en campo arrendado, en cambio, la cuesta es más empinada, y un buen clima será fundamental. Aún falta un largo trecho para la cosecha, pero primero es necesario sembrar, y el clima ya comienza a jugar un rol importante, puesto que si bien hay reservas en el subsuelo, la humedad superficial no alcanza para iniciar la siembra en gran parte de la zona agrícola. Los mercados empiezan a mirar con mayor interés la evolución de los cultivos en el hemisferio sur.
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