Rajoy mantiene su sueño de reelección gracias a un triunfo regional

La pésima performance del PSOE en los comicios en las comunidades gallega y vasca refuerza la postura de los conservadores para negociar un Ejecutivo. Crece la tensión interna en el socialismo.

HOMBRE FIEL Y ¿SUCESOR?. Alberto Núñez Feijóo es uno de los dirigentes más cercanos a Mariano Rajoy. Sin embargo hay quienes lo ven como una carta ganadora del PP en caso de que no se destrabe el bloqueo político.

Madrid - El líder conservador español Mariano Rajoy, presidente del Ejecutivo en funciones, salió reforzado ayer de las elecciones regionales celebradas en Galicia y el País Vasco donde su partido obtuvo resultados mejores a los esperados y donde el socialismo -que viene frenando su investidura- padecieron un duro retroceso.

Con casi el total del escrutinio realizado, el candidato del PP de Galicia y actual presidente de la región, Alberto Núñez Feijóo, consiguió 41 escaños, uno más que en 2012, y logró así su tercera mayoría absoluta de una legislatura de 75 escaños.

La tierra natal de Rajoy, feudo del partido, respaldó a los conservadores, una victoria que le da un balón de oxígeno al líder conservador, en plena negociación por formar Gobierno en España.

Mientras que los socialistas sufrieron un mal resultado que deja en la cuerda floja a su líder Pedro Sánchez.

Se trata del tercer batacazo electoral consecutivo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que se verá ahora más presionado, incluso desde sectores de su partido, para permitir gobernar a Rajoy en Madrid y evitar la convocatoria de las terceras elecciones legislativas en un año.

En Galicia, los socialistas quedaron empatados con la izquierda radical En Marea, aliados locales de Podemos, en segunda posición con 14 escaños. Los seis diputados restantes fueron para el Bloque Nacionalista Gallego (BNG).

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró en una conferencia de prensa que se sentían satisfechos con el resultado, que dejó "claro" que "los españoles una vez mas apostaron por la seguridad, la estabilidad y gobiernos que les den confianza".

Asimismo, "penalizaron con su voto a los que generan bloqueo institucional y bloqueo a su país", dijo en referencia a Sánchez, a quien sugirió hacer "una reflexión".

Por su parte, en la región industrial del País Vasco el resultado para los socialistas fue catastrófico ya que redujo casi a la mitad su representación.

En un parlamento también de 75 escaños, el PSOE pasó de 16 a 9 diputados, empatando con el PP que, a pesar de mantener gran parte de su electorado, no pudo evitar ser la última fuerza parlamentaria de la región.

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el poder volvió a ganar con 29 escaños (dos más que hace cuatro años) y la izquierda independentista EH Bildu obtuvo 17, consiguiendo frenar el avance de Podemos (11 escaños) en esta región, en la que defiende el derecho de autodeterminación.

"El PSOE se descalabra aquí y se descalabra en Galicia y debe tomar muy buena nota de lo que piden las urnas", dijo el líder conservador vasco Alfonso Alonso, reanudando la presión para obtener una abstención socialista en Madrid.

Hasta ahora, Sánchez, secretario general del PSOE desde 2014, se opuso radicalmente a facilitar una reelección de Rajoy, desoyendo las peticiones de los conservadores y de líderes territoriales de su propio partido. Como consecuencia, el país está gobernado por un ejecutivo en funciones con poderes muy limitados desde diciembre de 2015.

Si no hay gobierno el 31 de octubre, el Congreso de los Diputados y el Senado deberán disolverse y convocarse para diciembre las terceras legislativas en un año. La llave para evitar este inédito escenario la tiene el PSOE.

"Es un resultado negativo en ambas regiones tras una campaña con unas condiciones muy difíciles para el partido socialista. Mañana (hoy) profundizaremos en el análisis", reconoció el número dos de la formación, César Luena.

Como ya ocurrió en diciembre, el PP ganó las elecciones de junio con 137 diputados sobre 350. Sin mayoría absoluta, consiguió el apoyo del partido centrista Ciudadanos (32 escaños) y de una diputada regionalista canaria. Una abstención de los 85 diputados socialistas le permitiría gobernar en minoría.

El próximo 1 de octubre, el PSOE celebra un comité federal en el que debería dilucidarse la posición del partido y el posible desbloqueo del país. Con el batacazo de ayer, los críticos de Sánchez "usarán este argumento" contra él y a favor de la abstención, aseguró una fuente cercana al líder socialista.

Si bien desde anoche la atención está centrada en lo que hará o no el socialismo, había ya ayer quienes sugerían que Núñez Feijóo podría convertirse en una opción para el PP una vez agotadas todas las opciones para revalidar a cargo del Ejecutivo a Rajoy.

Tras conocerse los resultados, el jefe de Gobierno de Galicia compareció para agradecer el apoyo recibido y destacó que esa comunidad es "una excepción en la política española" ya que es la única en la que un partido logró gobernar por mayoría absoluta. Según algunos expertos, la amplia victoria de Feijóo puede suponer un "peligro" para Rajoy, quien se niega a retirarse de la primera línea y ceder el testigo a otro candidato. Considerado en España como el "delfín" natural del líder del PP, el dirigente gallego puede ser visto como el único que sigue teniendo tirón electoral en el partido.

Agencias AFP, DPA, Reuters, ANSA y Ámbito Financiero