28 de enero 2015 - 00:36

Revés para fondos buitre: inversor clave no se suma a "aceleración"

• ES EL BIENVILLE.
• OWL CREEK LO QUERÍA SUMAR A UN "CLUB" PARA RECLAMAR PAGO DEL PAR 2038.
• GOBIERNO RECHAZA DEFAULT.

Daniel Pollack
Daniel Pollack
 El fondo Owl Creek Asset Management LP se quedó sin un socio clave ante el juzgado de Thomas Griesa para buscar la "aceleración" del pago de los bonos argentinos Par en default técnico. La casa Bienville rechazó integrar el "club de acreedores" para reclamar el pedido, con lo que a Owl Creek le costará ahora más trabajo alcanzar el tope mínimo del 25% para poder reclamar el beneficio que obligaría a la Argentina a pagar el 100% al contado de la deuda en default. "No tenemos intención de acelerar la deuda", afirmaron ayer desde el fondo Bienville, con lo cual continuarán con su estatus de acreedor performance de la Argentina. Esto es, sin reclamar el pago adelantado de los vencimientos del bono Par y esperando una resolución general del conflicto entre la Argentina y los fondos buitre. A Bienville, que había formado el Fondo Argentina, se sumaron además otros como Blackrock, que tampoco respondieron el llamado.

Owl Creek Asser Management LP, el fondo de inversión que desde octubre del año pasado está buscando reunir un grupo de acreedores de la Argentina para exigir la aceleración del pago de los bonos argentinos en default técnico en el mercado de Nueva York, había pedido, tal como lo adelantó ayer este diario, audiencia en el juzgado de Thomas Griesa para una reunión "de información". Lo hizo con la emisión de una carta firmada por los abogados del estudio Kirkland & Ellis con fecha del jueves 22 de enero, y especificando que buscaban ampliar información sobre las condiciones en las cuales sería legal para los acreedores del bono Par 2038 reclamar la "aceleración" del pago. Kirkland & Ellis son abogados que además defienden y representan al fondo Dart de Kenneth Dart en el "juicio del siglo", con lo que, se descarta, pueden sumarse a la embestida contra el país ante el tribunal de Griesa. El juez ahora debe analizar el reclamo de Owl Creek, que para poder avanzar debería contabilizar un total del 25% de la deuda emitida bajo la condición de bono Par, que la Argentina debía pagar en octubre pasado bajo la legislación de Nueva York, pero que, por ley, el Gobierno de Cristina de Kirchner y el Ministerio de Economía de Axel Kicillof reglamentó para liquidar en Buenos Aires. Owl Creek lanzó su campaña en octubre pasado y desde ese momento está buscando socios para formar el Fondo de Recuperación de la Argentina, y llegar al 25%. Si esto ocurre, Owl Creek y los socios que se hayan sumado formarán los denominados "fondos buitre de segunda generación". De todas maneras, desde el fondo Bienville se aclaraba ayer que pedir la "aceleración" es un "proceso largo y complejo", que derivaría en otro frente judicial.

El primer paso debería ser que Griesa analice la presentación y decida si el eventual reclamo es sólido y alcanza al 25%. Desde el estudio que representa al país, el Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H), creen que hasta ahora Owl Creek sólo busca precisiones para conocer los pasos a seguir con los títulos en su poder declarados en "default técnico" y las condiciones para reclamar en el mismo jurado por la aceleración del pago de los bonos Par con vencimiento original en la ciudad de Nueva York. La Argentina considera que esa deuda no está en "default selectivo" o "técnico"; e incluso, en el caso de que Owl Creek logre el 25% del total de acreedores (por ahora un misterio), el Gobierno no decidió si los aceptará como parte de los acreedores que podrían sentarse en una eventual ronda de negociaciones en el despacho del special master Daniel Pollack. La decisión de Kicillof comunicada a CGS&H es que el abogado designado por Griesa complete primero el listado general de los acreedores con los que debería negociar la Argentina, incluyendo los fondos buitre y particulares que ganaron el "juicio del siglo" en los tribunales norteamericanos, más los denominados "mee toos". Éstos son los otros fondos buitre que no se presentaron en el juicio original de NML Elliott y compañía ante Griesa, pero que detentan bonos en default desde la crisis de 2001. Para la Argentina, si se abren negociaciones en el bufete de Pollack, éstos son los únicos con los que habría algún tipo de discusión. Siempre sobre la base de la oferta oficial de repetir las condiciones del canje de deuda de 2010, sin mejorar la oferta, aunque la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO) ya no esté vigente desde enero.

Desde Economía se rechaza cualquier alteración que pueda surgir por las presentaciones de estos "fondos buitre de segunda generación", y afirman que cualquier acreedor poseedor de los bonos Par puede reclamar el pago de su deuda bajo la jurisdicción de Buenos Aires, con lo cual no está dispuesto el Gobierno a aceptarlos en las eventuales ruedas de negociaciones del bufete de Pollack. El dinero reclamado por Owl Creek corresponde a la emisión de unos u$s 2.500 millones correspondientes al bono Par emitido bajo ley extranjera luego del default de 2001, con vencimiento en 2038.

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