Luego de reunirse con el presidente Abdullah Güll, Erdogan informó sobre el reemplazo de diez ministros -la mitad de su gabinete-, entre ellos el ministro para la Unión Europea, Egemen Bagis, mencionado también en la trama de corrupción.
El cambio ministerial ocurrió horas después que los ministros de Interior, Muamer Güler; Economía, Zafer Çaglayan; y de Ambiente, Erdogan Bayraktar, presentaron sus renuncias por la vinculación con una extensa investigación policial sobre corrupción, fraude y blanqueo de dinero en transacciones financieras ilegales entre Turquía e Irán -país que se halla bajo embargo a raíz de su programa nuclear- a través del estatal Halkbank.
Los hijos de esos ministros fueron arrestados en las masivas detenciones vinculadas al caso, realizadas el 17 de diciembre. Y dos de ellos siguen en custodia junto a otras 22 personas.
Bayraktar instó al primer ministro a abandonar su cargo. "Renuncio a mis cargos de ministro y diputado", declaró a la televisión privada NTV. "El primer ministro también tendría que dimitir" añadió.
"No hay nada en el expediente de la investigación que me perjudique o que no pueda explicar", puntualizó. "Pero no acepto presión ninguna para dimitir por un escándalo en el que hay sobornos y corrupción. No lo acepto porque la gran mayoría de los proyectos de construcción se llevaron a cabo con la aprobación del primer ministro", declaró, y dijo que por ello pedía también la renuncia de Erdogan.
La apelación, inédita en el mandato de once años de Erdogan, elevó la temperatura en la crisis que cumple una semana y que enfrentó al primer ministro con el sistema judicial, además de revivir un malestar con el Gobierno que estalló en masivas protestas callejeras en Estambul y otras ciudades del país, las cuales fueron reprimidas violentamente.
Horas más tarde, el histórico dirigente del gobernante AKP, Idris Naim Sahin, anunció que devolvía su acta del partido que ayudó a fundar en 2001. "Fundar mi partido era fácil, abandonarlo es una decisión dura y triste", dijo en declaraciones recogidas por CNNTürk.
Erdogan, que volvió el martes a Ankara después de dos días en Pakistán, debería proceder rápidamente al cambio de ministros, que estaba ya previsto de cara a las elecciones municipales y presidenciales de 2014.
Ayer, frente a miles de partidarios, insistió una vez más en que la investigación judicial es "un ataque, no ya al AKP, sino a toda la nación, un complot obvio, una maquinación" y señaló como responsable a la cofradía de Fethullah Gülen.
Asemejó la investigación judicial a las protestas populares de Gezi, en junio pasado, que calificó de "evidente traición". "Es una conspiración internacional", abundó, señalando como motivos el deseo del "lobby financiero" de subir los intereses, y la envidia provocada por la prevista construcción del tercer aeropuerto más grande del mundo en Estambul.
Puesto en tela de juicio en junio pasado por un importante sector juvenil del país, ahora Erdogan es cuestionado por sus propios partidarios, en particular por la hermandad de Gülen. Esta guerra fratricida cambió el panorama político nacional, de cara a los comicios del próximo año.
Al romper filas, Bayraktar podría haber diluido el alivio a la presión sobre Erdogan tras la renuncia de sus ministros, aunque algunos comentaristas indicaron que el momento elegido era tardío, de todas formas.
Agencias AFP, Reuters y EFE |
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