23 de agosto 2012 - 00:00

Se endurece Dilma al ordenar descontar días de paro a estatales

Campesinos que reclaman una reforma agraria y el fin del negocio de soja y otros granos y oleaginosas de explotación extensiva chocaron ayer con la Policía en Brasilia.
Campesinos que reclaman una reforma agraria y el fin del negocio de soja y otros granos y oleaginosas de explotación extensiva chocaron ayer con la Policía en Brasilia.
Brasilia - Transcurridos casi tres meses de un conflicto que abarca a decenas de miles de empleados estatales, Dilma Rousseff endureció ayer su postura al anunciar el descuento de los días de huelga a más de 11.000 trabajadores en paro, el mismo día en que tuvo lugar un duro choque de campesinos con la Policía frente al Palacio del Planalto, en Brasilia.

La decisión de descontar los días de huelga, acotada en su alcance pero de gran peso simbólico, se enmarca en la dura negociación que mantienen el Gobierno y los 30 sindicatos de sectores de la administración pública que desde hace dos meses rechazan el aumento del 15% escalonado hasta 2015 y exigen un 40%.

El Ministerio de Planificación informó que 11.495 empleados públicos recibirán el descuento por los días de huelga en sus haberes a recibir el 1 de septiembre, informó Agencia Brasil. Según el Gobierno, adhirieron a la medida de fuerza unos 70.000 empleados públicos, contra los 350 mil que estiman los sindicatos.

Ante la noticia, los sindicatos agrupados en la Confederación de Trabajadores del Servicio Público Federal (Condsef) anunciaron que recorrerán al Supremo Tribunal Federal (STF) para torcer la sanción.

La protesta alcanzó esta semana hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde comenzó una huelga por reclamos salariales, que recibió adhesiones en más de veinte misiones en el exterior.

La huelga afectó consulados y embajadas en Buenos Aires, Roma, Mendoza, Ciudad del Este, La Habana, Madrid, Barcelona, Dublín, Dakar, Zurich, Berna, Damasco, Tel Aviv, Abuja, Nueva Delhi, Beirut y Sídney. También pararon funcionarios de la diplomacia brasileña en la organización de la ONU para la Agricultura y Alimentación (FAO), con sede en la capital italiana.

Este movimiento es el mayor desafío social que enfrenta Rousseff desde que asumió el cargo el 1 de enero de 2011. El Gobierno se muestra irreductible con el 15% de aumento en forma escalonada hasta 2015, en vistas a que argumenta que no habrá más mejoras dentro del Presupuesto 2013.

El 31 de agosto vence el plazo para que el Gobierno entregue al Congreso el Presupuesto para el próximo año y por eso las negociaciones con los sindicatos se hacen contra reloj.

La huelga frenó al comercio exterior ya que hubo paros en la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, en los puertos y en las aduanas, con el cese de actividades de la Receita Federal, el ente fiscal.

En ese marco, unos 7 mil campesinos que reclamaban frente a la casa de Gobierno por la reforma agraria y el fin del agronegocio exportador fueron reprimidos por la Policía con gases lacrimógenos y gas pimienta cuando rompieron un perímetro de seguridad, reportó la prensa local.

La Policía alegó que la represión se produjo porque manifestantes habían derribado las vallas que impiden el acceso desde la Plaza de los Tres Poderes al Palacio del Planalto.

La manifestación también reclamó por el asesinato de campesinos en las zonas rurales por parte de las mafias de la extracción ilegal de la madera.

Otros sindicatos clave del sector privado, como un sector de Camioneros, también han llevado adelante protestas recientes, lo que marca el clima social en el país.

Agencia ANSA y Ámbito Financiero

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