La comisión de Trabajo del Senado, que comanda la legisladora ultrakirchnerista Juliana di Tullio (Buenos Aires), reactivará la discusión de un proyecto del camporista Mariano Recalde (Ciudad de Buenos Aires) para amortiguar las “suspensiones concertadas” y fijar un 10% neto anual de Ganancias para trabajadores de las empresas.
- ámbito
- Edición Impresa
Senado reactiva discusión para que los trabajadores participen en las ganancias de las empresas
El camporista Mariano Recalde quiere fijar “un mínimo del 10%” neto anual para compensar “suspensiones concertadas” una vez “superada la situación de emergencia, recuperada la productividad y lograda la finalidad económica de la organización de obtener rentabilidad”.
“Se considerará ganancia de las empresas a la renta gravable de conformidad con las normas de la legislación impositiva vigente sobre Impuesto a las Ganancias, o las que se establezcan en el futuro sobre los beneficios, utilidades, réditos o ganancias de las empresas”, reza el articulado.
Además, estará afectado “a la participación de los trabajadores las ganancias obtenidas en cada año en que la empresa obtenga resultado positivo luego de homologado el acuerdo en los que se convengan suspensiones y se prevea el pago de una suma compensatoria”.
La iniciativa también detalla que “en ningún caso la participación en las ganancias se computará para la determinación de las cargas sociales, montos de indemnización, sueldo anual complementario, ni de los aportes y contribuciones con destino a regímenes previsionales o asistenciales, y no tiene incidencia en ningún otro instituto relativo al contrato de trabajo”.
Por otra parte, una vez determinada la cantidad total que cada empresa distribuirá entre sus trabajadores, “el 50% se distribuirá entre todos los trabajadores afectados a la suspensión en proporción al número de días efectivamente trabajados por cada uno de ellos en el año independientemente de su remuneración”. A los efectos de los trabajadores de temporada, “se entenderá trabajado durante todo el año, cuando el trabajador lo hubiera hecho en la temporada o ciclo completo”.
En tanto, “el 50% restante se distribuirá en proporción a la sumatoria de las remuneraciones devengadas por cada trabajador afectado a la suspensión durante el ejercicio económico de que se trate” y, “a los fines del cómputo de días trabajados, se considerará como tales a los días efectivamente laborados y a todos los períodos de licencias legales o convencionales”.
Recalde fundamenta: “Este mecanismo instaurado en la década de los noventa, que habilita las suspensiones concertadas del contrato de trabajo ante situaciones de emergencia económica, constituye un elemento flexibilizador de nuestro orden público laboral, que se justifica en la necesidad de salvar la continuidad del contrato del trabajo por la vía de la espera una vez superadas las causas económicas que dieron lugar a su origen. Sin embargo, esta herramienta admitida por nuestra legislación nacional, se encuentra en tensión con uno de los principios fundamentales del derecho del trabajo sobre los que se construye la noción de “subordinación o dependencia” (económica, jurídica y técnica) que es tipificante -sic- de la relación laboral”.
Para el legislador camporista, es “necesario implementar un mecanismo de participación en las ganancias que permita compensar esta situación a los efectos de, una vez superada la situación de emergencia, recuperada la productividad y lograda la finalidad económica de la organización empresarial de obtener rentabilidad, distribuir las ganancias entre los trabajadores” para “hacer partícipes en las ganancias a los trabajadores afectados como un mecanismo de justa compensación”.
Acuerdos
La comisión de Acuerdos, que preside la también camporista Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), intenta acelerar los demorados pliegos judiciales -algunos, solicitados por la oposición- y avanzó ayer con la audiencia y los dictámenes de varias designaciones.
Durante la mañana de hoy continuará la reunión para tratar más propuestas enviadas por el Ejecutivo, en un Senado con poca actividad tras el intento de asesinato de Cristina de Kirchner en los alrededores de su departamento, en el barrio de la Recoleta.
Dejá tu comentario