25 de julio 2018 - 22:58

Terror criollo, pero en las noches blancas suecas

• ADRIÁN GARCÍA BOGLIANO RODÓ "BLACK CIRCLE", PROTAGONIZADA POR LA ACTRIZ QUE INSPIRÓ "KILL BILL"
Primer cineasta argentino en vender un título del género a Netflix, contó con una actriz fetiche de Quentin Tarantino, Christine Lindberg.

Black Circle. Adrián García Bogliano y Christine Lindberg en el rodaje. La estrella sueca, que estuvo muchos años retirada de la pantalla, fue la inspiradora del personaje de “Kill Bill”, de Quentin Tarantino.
Black Circle. Adrián García Bogliano y Christine Lindberg en el rodaje. La estrella sueca, que estuvo muchos años retirada de la pantalla, fue la inspiradora del personaje de “Kill Bill”, de Quentin Tarantino.
Con "Sudor frío", Adrián García Bogliano fue el primer director argentino de cine de terror que vendió una película a Netflix. Ahora, el realizador de "Penumbra" acaba de rodar una producción internacional en Suecia, el film "Black Circle", que marca el regreso a la pantalla grande de una de las actrices favoritas de Quentin Tarantino, Christina Lindberg, estrella de los años '70 que inspiro "Kill Bill". La producción es sueca, mexicana y británica, con el aporte de Pete Tombs (especialista en el género, productor, director y autor de un libro mítico, "Mondo macabro") y Andy Starke, que hace unos años viajaron a la Argentina para producir un documental para Channel 4 sobre Isabel Sarli y las películas de terror nacional. A punto de terminar la posproducción de "Black Circle", que se desarrolló en Suecia, México y también en la Argentina, García Bogliano dialogó con este diario sobre esta experiencia casi única de un director criollo filmando en Escandinavia.

"La comunicación era muy buena, todo el mundo habla perfecto inglés", explica García Bogliano.

Periodista: ¿Se presentaron problemas?

Alfredo García Bogliano: El mayor, para mí, fue que yo hacía cámara, y el día antes de empezar a filmar caí en la cuenta de que iba a tener que moverla cuando tal personaje dijera alguna cosa específica, pero la iban a decir en sueco obviamente, así que tenía que adivinar en qué momento me tocaba moverme. Al final todo fue bastante fácil, porque tuve un equipo bueno y un asistente con buen ojo. Y luego, el otro inconveniente fue filmar una película de terror en Suecia en verano, donde realmente no hay noches, el sol nunca cae. Hubo cosas curiosas pero que tenían que ver con la cultura, ciertas cosas que había que cambiar del guión porque eran incompatibles con la cultura sueca, y en algunos casos eran las cosas más insólitas.

P.: ¿Por ejemplo?

A.G.B:
Fue una experiencia bastante inusual. No sé, es como la escena de "Pulp Fiction" de "las pequeñas diferencias" lo que era raro. Desde lo que se comía hasta tener que hacer una escena en la que un personaje fumaba marihuana, y darte cuenta de que nadie del set había fumado en su vida. O citar gente a filmación y empezar cinco minutos antes de la hora porque todos llegan antes de tiempo. Creo que lo más loco es que hicimos el plan de rodaje con mi productora, que es mexicana, y cuando estábamos por empezar a filmar nos dimos cuenta de que no sabíamos que las fechas de rodaje caían en Midsommar, que es el solsticio de verano, la celebración mas importante sueca. Es más importante que el Año Nuevo. Así que tuvimos que cambiar el plan y cortar ese día, pero había que volver a filmar al día siguiente. Y todos vinieron con unas resacas importantes, pero puntuales.

P.: ¿Cómo fue dirigir a Christina Lindberg, que no filmaba hace mas de 10 años?

A. G. B.
: Ella fue un ícono del cine sueco de los setenta y también un personaje muy popular en Japón, pero por cuestiones personales se retiró a principios de los ochenta. Y recién hace cinco o seis años decidió volver al cine. Teníamos un proyecto con ella para hacer en Estados Unidos que no sucedió, y ella tenía un par de proyectos que se cayeron. Así que finalmente esta película fue su regreso. Estaba muy nerviosa pero tiene una presencia increíble, y fue un placer dirigirla. Ella me dijo antes de empezar el rodaje que jamas sonreía en ninguna escena, y realmente así fue.

P.: ¿Cómo surgió una película con tantos países involucrados?

A.G.B.:
A grandes rasgos diría que surgió del entusiasmo que suscitó el regreso de Christina, y el hecho de que yo la dirigiera entre todo un grupo de productores y distribuidores de distintos países. Decimos que es como la ONU del terror esta película. Están Suecia, Finlandia, México, Italia, Inglaterra y Estados Unidos. De la Argentina está nuestra maga de los efectos visuales, Laura Sánchez Acosta. Con el productor Pete Tombs no nos conocemos personalmente, por curioso que parezca. Obviamente él para mi es un referente absoluto por todo los descubrimientos que ha hecho en todo el mundo, y particularmente su trabajo con el cine de género latinoamericano. Para mí es un héroe. Cuando empezamos a hablar con el productor sueco, que se dedica a la distribución de cine de explotación sueco de los setenta, me dijo que el proyecto le podía interesar a Pete, que es amigo de él. Para mí era un sueño la idea y no pensé que él supiera quien era yo, pero resultó que sí, y que le gustaba bastante mi trabajo y por supuesto como fan de Christina decidió involucrarse.

P.: ¿De que trata el argumento y cuando será el estreno de "Black Circle"?

A.G.B.:
Soy un coleccionista fan de los vinilos, y me obsesionan los discos de hipnosis que fueron bastante populares entre los cincuenta y los setenta. Eran discos que muchas veces se hacían en tiradas muy reducidas y portadas que no decían casi nada, o que eran enigmáticas. Y se suponía que los ponías durante la noche, mientras dormías, y por medio de la hipnosis arreglabas tu vida. De ahí surge la idea. A dos hermanas que prueban uno de estos discos, que heredan de un tío lejano, las cosas comienzan a irles mejor hasta que se dan cuenta de que el disco es una especie de adicción que les provoca efectos secundarios, y empiezan a sentir que algo las persigue.

P.: ¿El lanzamiento cuándo será?

A.G.B.:
A fin de año en Suecia y a principios de 2019 en la Argentina.

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