3 de junio 2011 - 00:00

Tras gesto conciliador, Asad volvió a disparar

Damasco y Estambul - El régimen sirio dio ayer señales contradictorias. Mientras liberaba a cientos de presos políticos en cumplimiento de la amnistía anunciada el miércoles, ayer volvió a reprimir con dureza a los manifestantes prodemocráticos, dejando al menos 15 muertos en la localidad de Roston, ubicada al norte de la capital, Damasco.

El grupo Comités Locales de Coordinación en Siria reveló en Facebook que en los bombardeos se emplearon tanques y aviones de guerra.

Estos comités, que recopilan la información sobre las manifestaciones y la actuación policial, explicaron que los ataques afectaron a las mezquitas de Abu Baker y Abdul Rahman y a la principal panificadora de la ciudad, situada cerca de la ciudad de Homs, uno de los epicentros de las protestas.

En tanto, la oposición siria en el exilio, reunida en la ciudad turca de Antalya, cerró ayer filas y lanzó un mensaje de unidad para concentrarse en apoyar las protestas contra el régimen y exigir la marcha del presidente Bashar al Asad.

Unos 300 disidentes pertenecientes a distintos grupos opositores aprobaron una declaración que marca como objetivo la caída de Asad, pero, a diferencia de lo ocurrido en Libia, rechazaron la posibilidad de una intervención extranjera.

Agencias EFE, DPA y AFP

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