12 de diciembre 2016 - 00:00

Trump disparó contra la CIA y los demócratas por las denuncias a Rusia

Sus declaraciones lo enfrentaron con el ala más tradicional de los republicanos, que reclaman una investigación bipartidista.

AL CHOQUE. En diálogo con Fox News, Donald Trump insistió en sus críticas contra Pekín. “No veo por qué tenemos que estar atados por la política de ‘una sola China’”, cuestionó.
AL CHOQUE. En diálogo con Fox News, Donald Trump insistió en sus críticas contra Pekín. “No veo por qué tenemos que estar atados por la política de ‘una sola China’”, cuestionó.
Washington - El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, profundizó ayer su brecha con la CIA y con algunos de los líderes republicanos más destacados en el Congreso, al poner en duda que Rusia lanzara ciberataques para ayudarle a ganar las elecciones, como sostiene la agencia de inteligencia.

Trump dijo no creer que Rusia interfiriera en el proceso electoral en su favor y opinó que esa teoría, contenida en un informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y difundida el sábado por medios de comunicación, fue "impulsada" por la oposición demócrata porque están "avergonzados" por su derrota en las elecciones presidenciales y se resisten a aceptarla.

"Creo que es ridículo. No lo creo, no lo creo en absoluto", afirmó el electo mandatario en una entrevista emitida ayer en la cadena de televisión Fox News.

"Creo que los demócratas están impulsando esto porque sufrieron una de las mayores derrotas en la historia de Estados Unidos y están avergonzados", afirmó Trump, quien ganó a su rival demócrata, Hillary Clinton, en el colegio electoral (por 306 frente a 232) pero no logró imponerse en el voto popular.

El magnate desacreditó así un informe de la CIA que salió a la luz en el diario The Washington Post y que indicó que esa y otras agencias de inteligencia estadounidense habían concluido que los ciberataques de Rusia no buscaban simplemente desestabilizar el proceso electoral de Estados Unidos sino ayudar al candidato republicano.

Trump resistió hasta ahora a atribuir a Rusia los ciberataques que, entre otras cosas, generaron el robo y la publicación de 20.000 correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC) y otros muchos mensajes de la campaña de Clinton.

El Gobierno de Vladímir Putin negó en varias ocasiones su implicación en esos ciberataques y el republicano se mantuvo del lado de Moscú a pesar de que, en octubre pasado, las agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron una investigación que relacionaba con el pirateo a varios funcionarios rusos.

"Podría ser Rusia, podría ser China, podría ser alguien sentado en una cama en algún lugar", pormenorizó ayer Trump.

La poco ortodoxa postura del mandatario electo generó malestar entre varios miembros de su propio partido, como el senador republicano John McCain, quien aseguró ayer que no entiende por qué pone en duda la evaluación de la CIA. "Está claro que los rusos interfirieron", afirmó el legislador a la cadena de televisión CBS News.

El que fuera candidato presidencial en 2008 emitió ayer un comunicado junto al senador republicano Lindsey Graham y los legisladores demócratas Chuck Schumer y Jack Reed en el que reclaman una investigación del Congreso sobre los ciberataques de Rusia, algo que "debería alarmar a todos los estadounidenses".

"Esto no puede convertirse en un asunto partidista. Hay demasiado en juego para nuestro país", afirmaron los cuatro senadores, que tratarán de "unificar" al resto de legisladores para "investigar y detener los graves retos que suponen los ciberataques cometidos por Gobiernos extranjeros".

El actual presidente estadounidense, Barack Obama, pidió también que, antes de abandonar el poder el 20 de enero, las agencias de inteligencia le entreguen una revisión exhaustiva sobre los hackeos contra el proceso electoral estadounidense.

Consultado ayer sobre esa revisión, Trump dijo que es "una buena idea", pero opinó que "no solo debería centrarse en Rusia, sino también en otros países e individuos".

En la misma entrevista, se preguntó por qué "tenemos que estar ligados por una política de 'una sola China' a no ser que lleguemos a un acuerdo con China que tenga que ver con otras cosas, incluido el comercio".

Durante más de cuatro décadas, Estados Unidos basó sus relaciones con el gigante asiático en el principio de una "sola China", pero el magnate ya generó tensiones con Pekín al tomar una llamada telefónica de felicitaciones de la presidenta independentista de Taiwán, Tsai Ing Wen.

Agencias EFE, ANSA y Reuters

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