20 de enero 2010 - 00:00

Un superclásico de verano con mucho en juego

«En la cancha me voy a intentar ganar la continuidad en el club y chances en la Selección. Mi idea es seguir jugando, sea en Boca o en otro lugar. Al menos un año más», manifestó Palermo. Por su parte, Ortega padece lumbalgia y fue desafectado por Astrada.
«En la cancha me voy a intentar ganar la continuidad en el club y chances en la Selección. Mi idea es seguir jugando, sea en Boca o en otro lugar. Al menos un año más», manifestó Palermo. Por su parte, Ortega padece lumbalgia y fue desafectado por Astrada.
Boca y River protagonizarán el primer superclásico del año, en Mar del Plata y, como pocas veces en el verano, en este encuentro habrá muchas cosas en juego, hasta la posible continuidad de un entrenador, porque una derrota podría provocar la salida de Alfio Basile.

Los superclásicos nunca pasan desapercibidos, aunque sean partidos de verano, pero éste es especial, sobre todo por el momento de Boca, aunque el presente de River sea tan triste como el del equipo de la ribera.

El problema de Boca es que muchos quieren ver al «Coco» afuera y lo mismo con Carlos Bianchi, el mánager del club. En «off», los dirigentes apoyaron a Basile, pero sólo el vicepresidente segundo, Juan Carlos Crespi, lo hizo públicamente y dio a entender que los demás deberían hacer lo mismo, pero nadie le hizo caso.

Por todo lo que se juega, el técnico de Boca decidió poner lo mejor que tiene ante River, con el regreso de Juan Román Riquelme al equipo titular. Además, jugará desde el inicio Martín Palermo, y Basile cambió casi toda la defensa que perdió el sábado pasado con Estudiantes.

Por el lado de River, las cosas no están mejor ni mucho menos.

Los dirigidos por Leonardo Astrada perdieron en sus dos presentaciones de verano -como Boca-, aunque tienen la salvedad de que jugaron suplentes ante Racing e Independiente.

Pero para este superclásico, el técnico de River también pondrá en cancha lo mejor que tiene, pero se le cayeron a último momento Marcelo Gallardo, Ariel Ortega y Gustavo Cabral, todos por diferentes dolencias. Estas bajas obligaron al «Jefe» a cambiar el esquema, ya que ahora apelará al doble cinco, con Almeyda y Ahumada en la contención.

Entonces, está todo listo para que se juegue el primer superclásico del año, que puede ser determinante para los dos, aunque no defina nada y que sea un encuentro amistoso.

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