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Un viaje al corazón de Montserrat para degustar los sabores típicos de Calabria
A pocos metros del Congreso de la Nación, mientras el barrio descansa después del ajetreo de oficinistas y comerciantes, cobra vida María Fedele, un ristorante con la impronta del sur de Italia, “escondido” en la sede de la Asociacion Nazionale Italiana.
Como en cualquier casa de familia, para ingresar al ristorante hay que tocar el timbre, instalado en el lateral de una antigua puerta de algarrobo de casi tres metros de altura. Caminar esos 15 o 20 pasos hasta el salón comedor es un espectáculo aparte. A la izquierda, dos mujeres hablan en una oficina. En la sala continua, un docente da clases a un puñado de alumnos. De golpe, el sitio se convierte en un pedazo del sur de Italia. Un pasillo mágico con paredes adornadas de banderines, objetos de todo tipo, forma y color, un par de mesas desparramadas casi al azar.
Una puerta introduce a un mundo de antaño, con cuadros y fotos que recuerdan a otras épocas, las de los inmigrantes, la de nuestros abuelos, de barcos a vapor, de la italianidad apenas arribada a la Argentina. El paso siguiente es sentarse y dejarse sorprender. Porque la cocina y la comida son una filosofía de vida para los italianos y María Fedele logra esa atmósfera especial que traslada al comensal a lugares insospechados. Y hay que vivirlo para entenderlo.
EXPERIENCIA FEDELE
Ángel, Fernando, Esperanza y Guadalupe van y vienen. Sirven la comida. Mientras, explican cada detalle sobre la elaboración y los productos de aquello que dejan arriba de la mesa. Así se suceden chacinados y embutidos (algunos imperdibles como la mortadela con pistachos), berenjenas asadas con ricota de oveja, chorizos a la pomarola, cazuela de alcauciles con huevo, polenta frita con salchicha parrillera y tuco, bruscaiola. Luego las pastas y finalmente los postres, donde el cheesecake de pistacho se lleva todos los elogios.
Ariel y Sergio Paoletti son los socios fundadores. Ariel, reconocido chef, está a cargo de la cocina. Trajo de su experiencia en distintos restaurantes europeos todo el know how necesario para llevar adelante este proyecto innovador.
"El que viene acá no puede volver todos los días, pero no por el dinero ($640 los miércoles y jueves y $690 los viernes y sábados, más la bebida), sino porque come mucho", explica Gonzalo, quien agrega que la mejor promoción del lugar "es el boca a boca" y cuenta que "el salón está siempre lleno".
Los ingredientes más característicos de la comida de Calabria son el aceite de oliva, el jamón crudo, la berenjena, el ajo y la canela en todos los dulces. "También hacemos fiambres en la cocina del restaurante, tenemos nuestro propio aceite de oliva y recientemente sacamos un vino", concluye Espinosa.
Pasan las horas. Uno se olvida del reloj. Atravesar la puerta de salida da cierta nostalgia. Pero el comensal sabe que va a volver. Aún con todos los sabores de Calabria revoloteando en su boca y el corazón contento de haber estado cenando como en la casa de la nona.
QUÉ COMER
PARA EMPEZAR
12 variedades por cena: 3 fiambres + 4 calientes + 5 vegetales y quesos.
PARA SEGUIR
2 variedades de pastas: 1 rellena + 1 simple + 2 salsas distintas.
PASO 3
1 carne + guarnición.
MESA DULCE
3 variedades de postres.
IMPERDIBLES
Prosciutto, burrata, antipasto siciliano, longaniza calabresa con pomodoro, osobuco, babá napolitano; canolli; sfogliatella.
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