11 de diciembre 2013 - 00:00

Una plaza diferente, ayer musical y pacífica

Una multitud pacífica siguió ayer los actos de la Casa de Gobierno desde pantallas instaladas en la Plaza de Mayo. Antes y después del acto oficial hubo un largo recital con artistas de todos los géneros.
Una multitud pacífica siguió ayer los actos de la Casa de Gobierno desde pantallas instaladas en la Plaza de Mayo. Antes y después del acto oficial hubo un largo recital con artistas de todos los géneros.
Una multitud pacífica se concentró ayer en la Plaza de Mayo para asistir a un festival musical y a mirar por las pantallas el discurso de la Presidente en conmemoración de los 30 años de democracia.

El espectáculo de miles de personas siguiendo esa festividad marcó una diferencia con un país agobiado por motines policiales y saqueos.

Había insignias partidarias y algunos dirigentes del oficialismo, como Luis D'Elía -hombre de pocas pulgas, especialmente cuando baja a la Plaza-. La oposición restó concurrencia formal ni quiso estar en el Museo del Bicentenario. Por eso el pleno de la plaza terminó llenándose con grupos de militantes del conurbano acercados por intendentes que recibieron esa consigna de Oscar Parrilli, secretario de la Presidencia.

La paz que se vio en la plaza alimentó el argumento de Cristina de Kichner de que las protestas policiales y los saqueos parecen organizados con exactitud quirúrgica, porque nadie hubiera apostado a que un país convulsionado se podían reunir decenas de miles de personas, llamadas desde la política y que no iban a haber incidentes. Una isla en el país de los saqueos, quizás porque la custodia una fuerza como la Policía Federal que no se ha plegado a las protestas. También es la sede de la Policía Metropolitana, una fuerza en creación y con pocos efectivos pero que el Gobierno local se ufana de pagar adecuadamente. En los reclamos de policías provinciales estaba el de un nivel salarial que alcance a lo que se les ofrece a los "metropolitanos".

La concentración de ayer también alimenta otra Argentina, que es la que tiene una pulsión pacífica y que ha demostrado en jornadas de tensión social que evita la violencia, hasta aquella que podría tentar a un ciudadano a ejercer justicia por mano propia en defensa de sus bienes amenazados por los saqueos que, como dijo ayer la Presidente, ocurrirían en zonas liberadas por las fuerzas policiales.

La pantalla sangrienta debió compartir espacio con esta plaza tranquila, musical, casi entusiasmada por festejar un aniversario que nadie podía no compartir.

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