16 de mayo 2017 - 22:48

Una puesta que revela a la Norma más trágica

JUVENTUS LYRICA PRESENTA EN EL TEATRO AVENIDA LA ÓPERA DE BELLINI
La mezzo argentina internacional Nidia Palacios y la directora escénica Florencia Sanguinetti se refieren a esta nueva versión del clásico.

Norma. Una escena de la clásica ópera de Vincenzo Bellini en el Teatro Avenida, que forma parte de la temporada oficial de la asociación Juventus Lyrica.
Norma. Una escena de la clásica ópera de Vincenzo Bellini en el Teatro Avenida, que forma parte de la temporada oficial de la asociación Juventus Lyrica.
Desde el viernes y hasta el próximo sábado, Juventus Lyrica presenta en el Teatro Avenida "Norma", de Bellini, con puesta en escena de Florencia Sanguinetti y dirección musical de Hernán Sánchez Arteaga. El protagónico es encarnado por Monserrat Maldonado y Mariana Carnovali, y el de Pollione por Darío Sayegh y Nazareth Aufe. Encarna a Adalgisa Nidia Palacios (mezzosoprano argentina radicada en Alemania), y completan el elenco Mario De Salvo, Carlos Esquivel, María Goso, Romina Jofre, Jerónimo Vargas Gómez y Ramiro Pérez. Dialogamos con Palacios y Sanguinetti.

Periodista: ¿Cómo se dio la posibilidad, Palacios, de que viniera a cantar?

Nidia Palacios: Trabajamos con Florencia en una producción de "Capuletti e Montecchi" en el Solís de Montevideo [2016], y decidí venir. Es un papel que canto al menos una vez por año desde 2003. Está escrito todo en el pasaje: para una soprano es una tontería, y para la mezzo es un esfuerzo grande, no porque sea extremadamente agudo sino porque la "casa" donde vive Adalgisa es la de la soprano. Siempre es un placer volver a hacerlo.

P.: ¿Cuál es su percepción del personaje y de la relación con Norma?

Florencia Sanguinetti: Pese a que había trabajado en varias versiones, para mí fue descubrir esta ópera de cero, y todo esto me pasó al leer la obra de teatro original de Alexandre Soumet, donde me encontré con lo que es "Norma", con la crudeza, la potencia de ese texto y estos personajes que están más desarrollados en sus aristas, incluso contradictorias, y muchas de ellas no aparecen, ni siquiera se vislumbran, en la ópera. Por ejemplo la gran modificación del final, que en Soumet termina con el asesinato violento de los hijos, y que en la ópera es una alteración que yo un poco me sacudí de encima, porque en mi versión la escena en la que Norma intenta matar a sus hijos es casi un infanticidio también: es como si los hubiera matado. Es uno de los atractivos de la obra, que se llama "Norma o la infanticida", le fueron a quitar la esencia de la trama, como en las tragedias griegas. A eso se suma la música tan bella, que encontré el atractivo de trabajarla de manera contradictoria con la acción, y eso aumenta el aspecto trágico de la obra, y se traslada a todos los personajes, incluso al de Adalgisa, que es muy interesante, porque en contraposición al de Norma hace resaltar toda la violencia de la protagonista, pero es también un personaje muy firme. Una vez que descubre que Pollione tiene mujer e hijos, no tiene dudas, al contrario de Norma; incluso se puede pensar que es más coherente y más fuerte que ella.

P.: En esta época los compositores todavía escribían los papeles amoldándose en cierta medida a las características vocales de los cantantes, en este caso Giulia Grisi, la primera Adalgisa. ¿Le interesa ahondar en este aspecto?

N.P.: No tanto en los cantantes, pero sí investigar qué quería Bellini. Soy fanática de él, y pienso qué y cómo habrá querido escuchar, qué tipo de timbre, de actuación.

P.: Otros artistas argentinos que hacen carreras internacionales resaltan la ventaja de haberse formado aquí, donde hay una fusión de escuelas y culturas. ¿Está de acuerdo con esta idea?

N.P.: Sí, tuve maestros fabulosos. Hice la carrera en el Instituto Superior de Arte del Colón en la época de Catalina Hadis, Myrtha Garbarini, Dante Ranieri. La formación de los argentinos sigue teniendo tradiciones europeas de la época de la buena escuela.

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