8 de septiembre 2015 - 00:00

Versalles: segundo ataque contra una escultura

“Dirty Corner”, del artista Anish Kapoor, fue emplazada en los jardines del Palacio de Versalles en junio y la prensa la llamó “La vagina de la reina”. En el ataque del domingo, hubo también mensajes antisemitas.
“Dirty Corner”, del artista Anish Kapoor, fue emplazada en los jardines del Palacio de Versalles en junio y la prensa la llamó “La vagina de la reina”. En el ataque del domingo, hubo también mensajes antisemitas.
París - La monumental escultura "Dirty Corner" del artista Anish Kapoor, instalada en los jardines del Palacio de Versalles, cerca de París, fue de nuevo vandalizada el domingo, un acto condenado por el presidente François Hollande. La obra, una trompa de acero de connotaciones sexuales apodada "la vagina de la reina" por la prensa, está expuesta junto a otras obras del artista de 61 años desde el 9 de junio en Versalles, uno de los lugares más turísticos de Francia. La escultura ya había sufrido deterioros en junio y el domingo fue recubierta de inscripciones con pintura blanca en defensa de la monarquía y con mensajes antisemitas.

El presidente François Hollande denunció el acto, expresó su "solidaridad" y reiteró su "apego indefectible a la libertad de creación que tiene su lugar en los lugares más prestigiosos de nuestro patrimonio", según un comunicado de la presidencia. "Este acto de una violencia intolerable contra la obra de un artista internacional me escandaliza y me sorprende", dijo por su parte Catherine Pégard, la directora del museo que funciona en el Palacio de Versalles. "Estoy escandalizada por el uso de referencias abominables no sólo contra la obra de un gran artista internacional sino también contra el castillo de Versalles y contra la cultura en general", añadió.

Sin embargo, el artista dijo que no quiere que estas inscripciones sean retiradas. "Tras la primera degradación, tuve dudas sobre si retirarlas o no. Esta vez estoy seguro de que no hay que retirar estos insultos, estas palabras propias del antisemitismo", declaró Kapoor al diario Le Figaro. "De ahora en adelante, estas palabras infames hacen parte de mi obra, la superan, la estigmatizan en el nombre de nuestros principios universales. 'Dirty Corner' quedará así, y así será expuesta a los visitantes y turistas de Versalles", añadió Kapoor.

La escultura "Dirty Corner" ("Rincón sucio") está instalada en la avenida principal de los jardines del Palacio de Versalles y tiene la forma de un túnel de acero oxidado de 60 metros de largo que se abre de manera "muy sexual", según el propio artista angloindio.

El túnel está rodeado de excavaciones y de enormes bloques de piedra, algunos pintados de rojo. Kapoor afirma sin embargo que nunca utilizó la expresión "vagina de la reina". La ministra francesa de la Cultura, Fleur Pellerin, fue el domingo por la tarde al Palacio de Versalles para constatar los daños. "Vandalizar una primera vez la obra de Anish Kapoor era ya intolerable, una violación a la libertad de creación, que condené firmemente", declaró la ministra. Pero "los mensajes antisemitas en este segundo acto de vandalismo la hacen aún más insoportable", agregó.

La policía urbana de Versalles, una ciudad conocida por su conservadurismo, está a cargo de la investigación. "Conocemos a algunas personas de tendencia ultraconservadora, tenemos algunas idea sobre personas que tienen eses perfil", dijo una fuente cercana a la investigación, citando "un mensaje a la tendencia monárquica". El Palacio de Versalles ha abierto sus puertas en los últimos años al arte contemporáneo y a algunas exposiciones, como las de Jeff Koons (2008), Takashi Murakami (2010) o Joana Vasconcelos (2012) en los aposentos reales, lo que despertó controversias. Después de la primera degradación de su obra, Anish Kapoor había asegurado que no buscaba "provocar". "Me niego categóricamente a que asocien 'Dirty Corner' a la obra del artista estadounidense Paul McCarthy, sexualmente explícita y reivindicada como tal", había dicho.

La presencia de la obra en ese dominio palaciego forma parte de la exposición que desde principios de junio y hasta el próximo 1 de noviembre ha autorizado al artista angloindio a trastocar la ordenada geometría de ese lugar, que cada año visitan 20 millones de personas.

La polémica había surgido en el momento de su instalación, tras una entrevista en el semanario "Le Journal du Dimanche" en la que el creador admitía su evidente connotación sexual. Las dos agresiones registradas recuerdan a la que el pasado octubre, en la plaza Vendôme de París, acabó una noche desinflando un ambiguo "Tree" verde de plástico de 24 metros de altura de Paul McCarthy, escultura en la que muchos vieron, en lugar de un árbol, un gigantesco juguete sexual.

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