Entre todas las cosas raras en las que ha incursionado Neil Young, ésta es la que más divertida puede haberle resultado a él, pero la más difícil de digerir, ya que incluso sus más acérrimos fans tendrán que reconocer que esta selección de covers acústicos suenan terriblemente mal. Es que "A Letter Home" está grabado en una cabina para hacer discos amateurs, el Voice-O-Graph que hacia la mitad del siglo pasado permitia que, a cambio de algunas monedas, cualquiera pudiera registrar una canción o un speech y obtener de modo inmediato un disco de calidad más que precaria. Aprovechando el aparato que el músico Jack White compró para su estudio en Nashville, Young parece haberse dejado llevar demasiado lejos por su pasión por el sonido analógico, casi saboteando su militancia contra las deficiencias técnicas de la música digital vía internet. Dado que en la cabina entra una sola persona con el mínimo de instrumentos (igual a veces Young le deja un rinconcito a White) y registra lo que suene sin ningún tipo de matices, el resultado son covers monocordes y plagados de ruidos de fondo de covers de Dylan o Willie Nelson. Sólo se salvan versiones de canciones más propias de los viejos tiempos del Voice-O-Graph como "I wonder if I care as much" de Don Everly o el blues "Since I met you baby" de Ivory Joe Hunter. Si bien la excentricidad del asunto puede llamar más la atención que discos recientes que pasaron inadvertidos como "Psychedelic Pill" del 2012, este "Letter from home" es el tipo de curiosidad sólo para snobs y coleccionistas obsesivos.
Diego Curubeto |
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