Zonceras y sandeces

Carolina Simeone hizo una producción osada para acaparar miradas pese al Mundial. Fue, obviamente, «cuidada».; Canchera, Ursula Vargues hizo un diccionario para mujeres que no entienden nada de fútbol.; El cardenal Bergoglio sumó sus dichos al debate por el matrimonio para personas del mismo sexo. Polémico.

 

«Las uniones de homosexuales son 30 veces más violentas que el matrimonio entre personas heterosexuales. Esto las hace menos amigables a los niños (quienes pueden sufrir discapacidades psicológicas) y menos beneficiosas para el Estado». La polémica sobre el matrimonio gay da para todo. Y para tanto, que la opinión corresponde al obispo auxiliar de La Plata, monseñor Antonio Marino. No sólo eso. Dijo que «las parejas homosexuales son abiertas y no viven la exclusividad» que la Iglesia católica propone con el matrimonio ortodoxo, ya que «los gays tienen hasta 8 parejas por año y un total de 500 en toda la vida». 

«El matrimonio gay no se trata de un mero proyecto legislativo sino de una movida del padre de la mentira». Jorge Bergoglio menta al Innombrable para contradecir el proyecto de bodas del mismo sexo que trata el Congreso. ¿Es Vilma Ibarra, ponente de la iniciativa, la madre de la mentira? Hasta ahora era la hermana de Aníbal. El cardenal instó a los fieles a recordar a los legisladores «lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: Esta guerra no es vuestra sino de Dios. Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios». 

«Kirchner pone todo ese caudal al servicio del pueblo, por eso digo que es nuestro hijo de puta. Es un duro, pero es nuestro». Grosería sin límite de Luis DElía, quien cree defender a Néstor Kirchner insultándolo. Se entiende que su palabrerío nunca junta votos. 

«Por fisonomía, Rodríguez Larreta es el Guasón, no hay dudas»: también elige el insulto el diputado socialista Roy Cortina para menoscabar al jefe de Gabinete de Mauricio Macri, abriendo una vía innoble al descalificar y explotar los parecidos físicos de los adversarios. 

«¡Al fin terminó el Mundial! Las masas vuelven a estar disponibles para hacer la Revolución». Jorge Altamira, jefe del trotskista Partido Obrero, se permite tomar por Twitter en broma algunas de sus consignas con frases que se encuadran en capítulo «Revolución suspendida». Otro ejemplo: «Revolución suspendida porque tengo una cita con Belén Francese para enseñarle a rimar Altamira con tararira. Soy un gran maestro». 

«Los hombres miran más el Mundial que a las mujeres», le dijo a Caras Carolina Baldini, en una producción hot con body painting. Explicó así la osadía: «Al principio dudé en hacerlo, no me convencía el hecho de que me pintaran las lolas. Pero después me entusiasmé con la propuesta, porque era algo realmente artístico y cuidado. No tendré miedo de mostrarles estas fotos a mis hijos». 

«Me identifico con nuestra Selección porque siempre va al frente», le dijo la conductora Ursula Vargues a Gente. Claro, lo dijo antes del partido con Alemania. ¿El motivo de la nota?: armar un diccionario para mujeres que no conocen nada de fútbol. Así, por ejemplo, definió ambidiestro el «que juega bien con todas las partes del cuerpo, especialmente las piernas», y el antidoping como la acción en que los jugadores «tienen que hacer pis mientras el resto se baña y se perfuma». 

«Ya está. Se terminó un ciclo». Lo escribió Diego Maradona en Twitter la noche del domingo, apenas llegó la Selección al país.