India dio un paso trascendental en su camino hacia una movilidad limpia con la puesta en marcha de su primer tren impulsado por hidrógeno, una iniciativa que no solo representa un hito tecnológico, sino también un cambio estratégico en la política energética y de transporte del país.
India pone en marcha su primer tren impulsado por hidrógeno
El país asiático lanza un prototipo ferroviario de alta potencia que marca un paso clave hacia su objetivo de descarbonizar completamente el sistema ferroviario para 2030.
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La tecnología de estos trenes se basa en pilas de combustible de hidrógeno, que generan electricidad al combinar hidrógeno con oxígeno del aire.
En un territorio donde más de 23 millones de personas utilizan el ferrocarril a diario, la introducción de esta innovación tiene el potencial de generar un impacto significativo en términos de sostenibilidad.
Según informó Ecoinventos, el nuevo prototipo, que cuenta con una potencia de 1.200 caballos de fuerza (aproximadamente 890 kW), supera ampliamente a modelos similares desarrollados en Europa y Asia, que oscilan entre los 500 y 600 HP. Esta diferencia técnica responde a un motivo concreto: India necesita movilizar trenes de mayor capacidad en rutas largas y muchas veces no electrificadas. De este modo, se busca reducir tanto las emisiones contaminantes como la dependencia del diésel en trayectos clave.
La ruta inaugural, que une las localidades de Jind y Sonipat, servirá como banco de pruebas para analizar el rendimiento y la viabilidad del modelo en condiciones reales. El tren incluye diez vagones y ofrece un estándar elevado de confort, superando en capacidad y comodidad a sus pares internacionales.
Inversión pública y compromiso climático
El proyecto cuenta con un fuerte respaldo del Estado. A través del Decreto de Inversión de 2.800 crore de rupias (equivalentes a unos 360 millones de dólares), el gobierno indio financiará la producción de al menos 35 trenes impulsados por hidrógeno, consolidando su apuesta por esta tecnología como eje de transformación energética.
Esta inversión forma parte del objetivo nacional de alcanzar la neutralidad de emisiones en el sistema ferroviario para el año 2030, una meta más ambiciosa que la de varios países desarrollados.
Cero emisiones, menos ruido
La tecnología utilizada se basa en pilas de combustible de hidrógeno, que generan electricidad al combinar hidrógeno con oxígeno del aire.
El único subproducto de este proceso es vapor de agua y calor, eliminando por completo las emisiones de gases de efecto invernadero y reduciendo notablemente la contaminación sonora, algo especialmente beneficioso en zonas urbanas densamente pobladas.
Más allá del tren: el impulso de la economía del hidrógeno
Este avance no se limita al ámbito ferroviario. El desarrollo del tren de hidrógeno fortalece la capacidad tecnológica e industrial de la India para aplicar esta solución en otros sectores difíciles de electrificar, como el transporte pesado por carretera, la navegación comercial y la maquinaria industrial.
Empresas clave como Indian Oil y Bharat Heavy Electricals ya trabajan en conjunto para ampliar el uso del hidrógeno verde, sentando las bases para una infraestructura nacional de producción, almacenamiento y distribución. Este ecosistema será fundamental para que la India cumpla su otra gran ambición: convertirse en uno de los principales exportadores globales de hidrógeno verde hacia 2030, apoyándose en su abundante recurso solar para producir energía renovable a gran escala.
Un modelo para países en desarrollo
Con este proyecto, India se posiciona como líder en la adopción de tecnologías limpias en el transporte público, especialmente en contextos de alta demanda y con desafíos de electrificación.
El tren de hidrógeno no solo representa una solución técnica eficiente, sino también una política de Estado coherente con los compromisos ambientales internacionales y con una visión de desarrollo sustentable a largo plazo.
En resumen, la locomotora de hidrógeno no es solo una novedad tecnológica, sino el símbolo de un país que avanza firme hacia un futuro energético más limpio, eficiente y soberano.
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