14 de diciembre 2006 - 00:00

Diplomas a falta de estatuillas

Mirtha Legrand
Mirtha Legrand
Mucho calor ambiente, amplio calor de afectos entre la gente de la farándula, fuerte consumo de calorías, y alguna gente acalorada por los pasillos, murmurando sotto voce, caracterizaron la primera entrega de los Premios Sur, de la Academia Argentina de Artes y Ciencias Cinematográficas, anteanoche en el Four Seasons, ex mansión Unzué, aunque habría que corregir lo de entrega de premios, ya que, al parecer, los artesanos contratados no terminaron todas las estatuillas a tiempo, de modo que se impusieron los diplomas.

Como era previsible en este caso, «Las manos» fue la gran ganadora; recibió premios por mejor película, director, actor, actriz (Alejandro Doria, Jorge Marrale, Graciela Borges), montaje, arte, vestuario y sonido, este último compartido con «Una estrella y dos cafés», que además triunfó en fotografía y (ampliamente) revelación femenina, la jovencita Marina Vilte, que en vez de ir a la fiesta prefirió quedarse en su casa, en Purnamarca. «Ella siempre es así», comentó, poco antes, su director, Alberto Lecchi. «Cuando la llamé para decirle que había salido mejor actriz en el festival de Miami, me contestó 'ah, qué bueno, eso le hace bien a la película. Y decime, ¿sabés a qué hora pasan el partido?».

Su mutismo coincide con el de Nazareno Casero, doble ganador como revelación masculina y actor de reparto por «Crónica de una fuga», que apenas dijo seis palabras. La primera vez, «Gracias», la segunda «Muchas emociones para un día».

El conductor de la ceremonia, Lalo Mir, acotó que el próximo año los candidatos adolescentes directamente podrán mandar mensajes de texto, lo cual fue una de sus mejores ocurrencias, porque casi siempre estuvo fuera de registro, demasiado gritón y altisonante para la elegancia del lugar, y del acto.

Además de los dos premios a Casero hijo, «Crónica de una fuga» apenas recibió el de mejor música. Otros se repartieron entre «El método» (adaptación), «Sofá cama» (María Fernanda Callejón, actriz de reparto), opera prima («El custodio») y «Derecho de familia» (guión de Daniel Burman, ausente por proyectos en España). Los especiales fueron para Manuel Pérez Estremera, de RTVE (que se quedó en España) y Mirtha Legrand, que, brillante como siempre, le dijo desde el escenario al director del Incaa, Jorge Alvarez, «El cine argentino -vos me corregirás, Jorge- acá no está pasando un buen momento, aunque triunfe en el exterior». Con toda lógica, Alvarez no la corrigió. «Sería un necio si creyera que estamos bien de público en nuestro propio país», había dicho ya en Pinamar. Al respecto, se anticipa el cierre de algunas salas poco redituables del Incaa.

Del resto, cabe apuntar la presencia estelar de la española Carmen Maura («espero que vayan directo a los premios, sin tantos chistes ni discursos como nos sale en la entrega de los Goya, que a veces son un coñazo»), Pablo Echarri, Julieta Dìaz, Diego Peretti, Marcela Tinayre, Julio Chavez, Cecilia Roth, Boy Olmi, Teresa Costantini, Nacho Viale, Ana María Picchio, Leticia Bredice, Pedro Aznar, y, entre las más bonitas y mejor vestidas de la noche, la periodista Lorena Cancela.

Presentes también, los directores Juan José Campanella, Héctor Olivera, Marcelo Piñeyro (ganador por la adaptación de «El método Gronholm»), Enrique Piñeyro, Miguel Pereira y Pino Solanas, los pesos pesados de la producción Pablo Bossi, Carlos Luis Mentasti y Carlos Scalella, algunos pesos medianos como el ascendente Rolo Azpeitía.

Apuntar, aparte, el amplio consumo de mostacholes con crema de camarones, carne con papas españolas, delicatessen varias, vinos, champagnes y aguas, todo servido en abundancia, y absorbido con presteza, aún pese al calor reinante, que superaba los servicios del aire acondicionado, e invadía hasta el jardín.

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