Nueva York (Especial y EFE) - Michael Moore decidió adelantar para mañana el estreno de su controvertido documental «Sicko» (dedicado a criticar el sistema de salud en los EE.UU.) luego de haber hecho públicas sus sospechas de que el gobierno del presidente Bush habría contribuido a subir una copia en Internet para su descarga, lo cual perjudica la rentabilidad del film en salas.
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En principio, ayer el popular sitio de videos Youtube.com eliminó una versión pirata colocada por dos internautas, aunque se presume que existirían archivos de la misma versión en otros sitios. Esa versión provendría de una de las copias del film que Moore hizo llevar a Canadá, tras haber declarado que temía que se le confiscaran las copias en los EE.UU. Más allá de la veracidad o paranoia de estas declaraciones, resta un hecho indudable: Moore es un excelente publicista de sus productos.
La productora del film, Weinstein Company, anunció la decisión de adelantar el estreno en medio de la polémica sobre la investigación que el Departamento del Tesoro realiza sobre el viaje que Moore realizó a Cuba para rodar parte del film.
La película, presentada en el último Festival de Cannes, ha dado ya mucho de qué hablar, sobre todo después de que el Departamento del Tesoro comunicara que iba a someter a Moore a una investigación por haber viajado a Cuba junto a tres afectados por los atentados del 11-S para rodar unos fragmentos de la película.
Moore ha manifestado en numerosas ocasiones su preocupación por que la película no llegara a estrenarse como efecto de las acusaciones del Departamento del Tesoro, por lo que confirmó que una copia de la cinta maestra de «Sicko» se encuentra en Canadá, y que sería de la que provino la versión pirata.
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