A medida que el gobierno de Javier Milei muestra cada vez más voluntad de pago con las deudas estatales, los inversores se están olvidando de las diferencias jurisdiccionales de los bonos soberanos y tomando decisiones centradas en las características técnicas de los títulos.
Bonares vs. Globales: inversores redefinen estrategia y priorizan rendimientos por sobre la jurisdicción
Los bonos Globales con ley extranjera ya no rinden mucho menos que los Bonares con ley local, por lo que los expertos de la city observan otros criterios.
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Los bonos soberanos en dólares cotizan con rendimientos similares, sin importar tanto la jurisdicción bajo la cual fueron emitidos.
Actualmente, los Bonares emitidos bajo la ley de Argentina (AL y AE) brindan una tasa interna de retorno (TIR) promedio del 12,5%, mientras que los Globales lanzados bajo la ley de Nueva York (GD) se negocian con un rendimiento del 11,3%, aproximadamente.
La jurisdicción de los bonos pasó a segundo plano
“En Guardian Capital, vemos valor tanto en Bonares como en Globales, pero la elección depende del objetivo. Para quienes priorizan flujos en dólares, el AL30 es la mejor opción: alta liquidez, pagos semestrales y amortización del 8% del capital cada seis meses, combinando previsibilidad y rendimiento. Para quienes buscan apreciación de capital, el GD41 se destaca: su mayor duración lo hace ideal para capturar la baja del riesgo país en un escenario positivo”, sostuvo Tomás Ambrosetti, director de Guardian Capital.
Por su parte, Alejo Rivas, estratega en Balanz Capital, detalló que también ve oportunidades en ambos tipos de deuda, puntualmente en el GD41 y en los AL30 y AE38.
“En Globales, el GD41 se destaca como una apuesta a un escenario de acceso a mercados en 2026, apoyado por un contexto político favorable -incluida la alianza con el PRO en PBA y CABA- y por referencias en el Staff Report que sugieren que, eventualmente, podría avanzarse hacia un esquema más estructurado de compras de reservas por parte del BCRA. Con una lógica parecida, el AE38 ofrece exposición a un escenario de acceso a mercado, pero con un retorno adicional por sobre la curva de Globales”, indicó.
Y agregó: “Por otra parte, el AL30 mantiene un spread elevado frente al GD30, ofreciendo más de un punto porcentual adicional de rendimiento. Creemos que esta diferencia es elevada, dado ambos bonos con vencimiento en 2030 pagan el 40% del capital residual durante el mandato de Milei. Por eso, mantenemos nuestra recomendación en AL30 frente al GD30”.
La clave está en el mediano plazo
En tanto, Bruno Perinelli, jefe de Trading en Inversor Global, aclaró que las pequeñas diferencias de rentabilidad que hay entre los Globales y los Bonares se debe a las bajas chances de que haya default.
No obstante, los títulos con legislación extranjera continúan siendo la opción más segura, en especial para quienes piensan que podría haber volatilidad electoral a partir de octubre.
“Para aquellos que, por ejemplo, proyectan un escenario electoral no tan favorable para el Gobierno en octubre y quizás pensando en un 2027 un poco más desafiante, sí puede llegar a ser más adecuado tener Globales que tener Bonares, ya que una legislación neoyorquina protege mejor a los acreedores que la Argentina, y ahí sí habría un mayor respaldo, mayor refugio”, mencionó el ejecutivo.
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