El ETF que replica a las acciones argentinas se dispara en el premarket y marca un salto del 17%, en línea con el fuerte optimismo que despierta la victoria de Javier Milei en las elecciones de medio término. El Global X MSCI Argentina (ARGT), principal termómetro bursátil para los inversores que buscan exposición al país desde el exterior, avanza con fuerza y concentra un elevado volumen de órdenes de compra.
El índice de acciones argentinas de MSCI se dispara más de 17% tras el triunfo de Javier Milei
El sorpresivo resultado electoral impulsó una fuerte entrada de capitales al ETF que opera como vía alternativa para invertir en Argentina.
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Los bonos saltan más de 20%, el riesgo país baja a 600 puntos y los ADRs escalan hasta casi 50%
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Categórico triunfo libertario devuelve la confianza al mercado y provoca un giro drástico en el dólar, acciones y bonos
El mercado en "modo bullish" tras la victoria de Javier Milei.
Este fondo funciona como una puerta de entrada para quienes quieren posicionarse en acciones locales desde el exterior reduciendo el riesgo al no invertir en una sola acción local.
En lo que va del año, este índice viene subiendo apenas un 4,72% en un año, mientras que este ETF tuvo el mejor desempeño y rendimiento de renta variable en todo el mundo durante 2024. Vale recordar que ese año, con la victoria de Javier Milei en la presidencia, logró un retorno total de 63,5% en dólares liderando el podio.
Entre las acciones que están incluidas en este ETF se encuentran Mercado Libre, YPF S.A, Grupo Financiero Galicia, Vista Oil&Gas, Pampa Energía, Banco Macro y Transportadora Gas del Sur.
La clave del auxilio de EEUU
Detrás de este resultado confluyeron varios factores, para el mercado. Por un lado, el rechazo al kirchnerismo, potenciado por la falta de renovación en sus liderazgos. También incidió el voto útil de sectores independientes que, ante la fragmentación opositora, eligieron reforzar al oficialismo para garantizar gobernabilidad.
Pero, sin dudas, el auxilio financiero de EEUU fue determinante, sobre todo en las últimas dos semanas. El apoyo de Washington no se limitó a la retórica: incluyó el swap de monedas por hasta u$s20.000 millones, el sostenimiento de líneas de liquidez y una coordinación con el Tesoro norteamericano que le dio aire al Banco Central para sostener la paridad dentro del esquema de bandas. En la práctica, ese respaldo externo fue la red de contención que impidió que la presión cambiaria derivara en una crisis mayor durante la campaña.
Las advertencias de Donald Trump, quien había señalado que “si Milei perdía, EEUU no iba a ser generoso con la Argentina”, se habían interpretado como una señal directa de que la continuidad del apoyo norteamericano dependía del resultado electoral. Ese respaldo político y económico funcionó como ancla de confianza para los inversores, permitió sostener el régimen de bandas cambiarias y evitó que el dólar se dispare en medio de una demanda por cobertura inédita. “El respaldo de Washington fue decisivo: permitió que el mercado llegara vivo al domingo”, coincidieron en una mesa de dinero.
El economista Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso, consideró que los resultados “reflejan un gran apoyo al cambio de rumbo hacia la normalidad que está liderando el Gobierno”. En su visión, el mercado había operado durante semanas bajo un escenario de duda sobre si la sociedad avalaría o no ese proceso de corrección, y el voto despejó la incógnita. “Había una apuesta a la incertidumbre: los ahorristas vendían activos argentinos, dolarizaban carteras y huían del riesgo local. Este resultado revierte esa dinámica; ahora los ahorros que se fueron pueden empezar a volver, el dólar va a ceder y los activos locales van a recuperar valor”, explicó Abram, al destacar que la validación política refuerza las condiciones para una recuperación económica más rápida.
En la misma línea, Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros, interpretó el resultado como “un cisne negro positivo”, capaz de provocar un cambio profundo en el humor financiero. “El mercado venía muy cargado de pesimismo, con precios de bonos y acciones que descontaban un escenario adverso. Este resultado no solo mejora la gobernabilidad, sino que da tiempo al Gobierno para consolidar su programa sin sobresaltos. En el corto plazo se viene una etapa de alivio y euforia; en el mediano, la posibilidad de un ciclo más estable si se mantiene la disciplina fiscal”, analizó el estratega, quien definió el momento como “una luna de miel entre el Gobierno y los mercados”.
A ello se sumó el cambio de tono de Javier Milei, que en los últimos meses moderó su discurso, mostró mayor apertura al diálogo -algo que volvió a reflejar en su mensaje poselectoral. y proyectó una imagen de liderazgo más pragmático, lo que amplió su base electoral y reforzó la percepción de estabilidad institucional.
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