En 2025, las startups dedicadas a la industria aeroespacial y de defensa captaron más de u$s19.000 millones en capital de riesgo, casi duplicando los algo más de u$s10.000 millones recaudados el año anterior, lo que refleja una transformación notable en el sector.
Las startups aeroespaciales ya recaudaron capital por u$s19.000 millones en el año: qué hay detrás
Los inversores vuelcan millones hacia startups orientadas a IA, drones, radares avanzados y sistemas autónomos de defensa.
-
Turismo: crearon una agencia que usa IA para personalizar los servicios a clientes que viajan fuera de temporada
-
Dólar hoy: a cuánto cerró este jueves 27 de noviembre
Las startups aeroespaciales ya recaudaron capital por u$s19.000 millones en el año
Los inversores vuelcan recursos masivos hacia nuevas tecnologías orientadas a IA, drones, radares avanzados y sistemas autónomos de defensa, impulsados por la urgencia de modernización militar en varios países.
Entre los acuerdos más destacados figura la recaudación de u$s2.500 millones por parte de Anduril Industries, la empresa de armamento autónomo fundada por Palmer Luckey, valorizada en u$s30.500 millones.
Otra operación resonante fue la de Chaos Industries, que obtuvo u$s510 millones en su ronda más reciente, en un contexto donde desarrollan tecnología de radar para detección autónoma de amenazas.
Asimismo, la startup marítima autónoma Saronic logró levantar u$s600 millones, alcanzando una valoración de u$s4.000 millones.
Las startups pequeñas recaudan millones de capital
Pero el boom no se limitó a grandes nombres. Diversas compañías pequeñas y medianas consiguieron inyecciones de capital relevantes. Por ejemplo, Onebrief obtuvo u$s20 millones en una ampliación de su Serie C, superando el umbral de valuación de u$s1.000 millones.
En tanto, Conductor AI, fundada por exempleados de Palantir, consiguió u$s15 millones para desarrollar software de IA orientado a optimizar trámites gubernamentales, y Dirac se alzó con u$s11 millones para crear herramientas basadas en IA que facilitan el ensamblado de maquinaria industrial y de defensa.
Incluso proyectos de nicho captaron inversiones. La firma AndrenaM recaudó u$s10 millones en apenas 36 horas para mejorar el análisis de datos de sonar -señales acústicas que permiten detectar y mapear objetos bajo el agua- mediante IA, a la vez que Pilgrim, una startup biotech vinculada al desarrollo de dispositivos médicos para el campo de batalla, obtuvo u$s4,3 millones tras una demo pública impactante.
¿Por qué hubo flujo récord de capital?
La razones detrás del auge son múltiples. Primero, hay una reconfiguración en las prioridades de defensa: gobiernos buscan acelerar la adopción de tecnologías más ágiles, escalables y basadas en IA, generando demanda directa sobre empresas emergentes.
Segundo, muchos fondos de capital riesgo que tradicionalmente invertían en tecnología o infraestructura ahora reorientan sus portafolios hacia defensa y space tech, convencidos del crecimiento sostenido en esas industrias.
Este torrente de capital marca un antes y un después. Las “defense tech” dejaron de ser una curiosidad de nicho para convertirse en uno de los sectores más calientes del venture capital global.
Si las startups logran entregar tecnología útil (drones autónomos, sistemas de radar inteligentes, defensa cibernética, IoT de infraestructura crítica, espacio satelital) podrían redefinir no solo el mercado militar, sino también el industrial y comercial alrededor del mundo.
En ese contexto, las apuestas de 2025 podrían dar forma a los próximos 10–15 años de innovación en defensa, espacio y automatización.



Dejá tu comentario